E pluribus unum (de muchos uno)
Cuando el nuevo presidente de los EEUU el señor Barack Obama dijo en su discurso de investidura que eran un país de luchadores que se habían ganado a pulso su grandeza.
Cuando ha puesto en valor la lucha por la igualdad, la libertad, la honestidad, el valor y el juego limpio.
Cuando ha dicho que no es momento de ideologías sino de ideas.
Cuando en un ejercicio de fortaleza institucional hacia una demostración de que un gran país no hace vejación de ser Estado.
Cuando reconocía con humildad y sencillez que el ascenso no sería fácil, ni rápido.
Cuando siendo capaz de ver la realidad reconocía que los desafíos eran reales, graves y muchos, y pedía ayuda diciendo que juntos como nación y como pueblo podrían hacerles frente.
Cuando apelaba a los valores de siempre, trabajo duro, esfuerzo, lealtad y patriotismo.
Cuando él, en representación de toda una nación transmitían al mundo el orgullo de ser norteamericanos sin ningún complejo de ser como son, y dispuestos como en Fuenteovejuna todos a una a arrimar el hombro.
Y vi la reacción de los representantes políticos de uno y otro signo tan entusiasmados con el discurso del señor Obama, empezando por nuestro presidente del Gobierno me pregunté si realmente éste se había enterado de su contenido dada la gran diferencia que había entre este lenguaje y el que estamos acostumbrados a oírle a él.
¿Cómo pudo gustarles tanto a unos políticos que no saben o no quieren saber, que hay que gobernar para unificar, que desconocen que una sociedad es realmente madura cuando se da cuenta que comparte no sólo un destino común, no sólo un mismo territorio, sino además, una cultura, una tradición, una historia, un saber compartido y una escala de valores desarrollada en el tiempo.
¿Cómo pudo gustarle tanto a un presidente del gobierno totalmente alejado de la realidad y cuya política se basa en la mentira?
Por eso el mensaje que lanzó el presidente Obama de que todos son por encima de todo norteamericanos, no en balde en el pico del águila de su sello tienen la inscripción "De muchos uno", no creo que sea entendible por las lucidas mentes de nuestros representantes políticos con la honrosa excepción de Unión Progreso y Democracia. Lo que viene a constatar la gran necesidad que tiene este país de un partido político como UPyD, un partido que defiende la democracia, las instituciones, un partido que sabe lo que es tener sentido de Estado, con ambición de país, un partido que defiende la unidad de España, porque eso es defender la igualdad de todos. Un partido que tiene claro que ningún gobierno autonómico es la propiedad privada de nadie ni una herramienta de dominación de sus gobernantes, un partido que habla a una sociedad madura, a unos ciudadanos que quieren que se les diga la verdad. Un partido político que tiene el mismo discurso ya esté en unas elecciones generales que en unas autonómicas. Un partido político que sabe poner énfasis en lo que nos une y no en lo que nos separa. Mientras que todos los demás están bailándole el agua a los que quieren hacer de uno muchos, por pura conveniencia política para seguir manteniendo su parcela de poder.
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