¿Pero quién te crees que eres?
El otro día estaba en un centro comercial haciendo unas compras cuando presencié un espectáculo un tanto grotesco. Un hombre de mediana edad discutía acaloradamente con una dependienta sobrepasando, de largo, los límites que le otorgan su condición de cliente.
Por lo visto, el hombre estaba dentro del local con la mascarilla puesta a modo bufanda y no encajó bien que la dependienta le dijera que se la pusiera bien, cumpliendo así con la normativa sanitaria actual.
"¿Pero quién te crees tú que eres para decirme lo que tengo que hacer?", debió de pensar el hombre al recibir una orden de su sierva. Y eso mismo es lo que
pensé yo, pero del gañán que le gritaba. ¿Pero quién te crees que eres tú?
Y es que hemos llegado a un punto en el que pensamos que el hecho de comprar en un lugar nos eleva a una categoría humana superior y, por ende, tenemos todo el derecho del mundo de tratar mal al dependiente, o de exigirle un respeto y una educación que nosotros mismos no le damos de vuelta.
Seguro que muchos de ustedes han tenido un día malo en el trabajo después de tener que lidiar con la bronca de alguien de dirección, o por un conflicto con
un compañero. Incluso, lo que es peor, por haber tenido un enfrentamiento con algún cliente. Entonces, ¿por qué cuando cambiamos de rol nos empeñamos en
convertirnos en los villanos que amargan el día a las personas que nos atienden?
Deberíamos de empezar a reflexionar sobre cómo nuestras palabras influyen en la vida de la gente. Porque un gesto amable hacia los dependientes puede volverles blanco el día más gris...
Abraham Pérez Coronado
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

