Cuando faltan principios
Cuando faltan principios, creencias o algo en que creer, terminamos en la barbarie.
Digo esto porque últimamente estamos viendo como personas, ¿lo serán?, sin
ningún principio, se dedican a destruir símbolos que de una forma u otra son la
base de todo ser humano.
Llámese Dios, Alá o Amón-Ra, la raza humana siempre se ha conducido bajo
creencias que consiguieron que todos nos moviéramos pensando que allá
"en las estrellas" tendríamos una vida mejor.
Indivíduos que carecen de principios, y digo indivíduos lo mismo que puede ser
catalogado un mono, porque no creo que merezcan ser denominados como
personas, han realizado días pasados actos que sin ninguna justificación se
pueden considerar como auténtica barbarie.
Primero, unos ¿montañeros?, escalaron hasta la cima del Urriellu, conocido como
Naranjo de Bulnes, y sin justificación alguna robaron, defenestraron o destruyeron
una imagen de la Virgen que llevaba allí cuarenta años y que a nadie estorbaba.
Ahora, leo en LA NUEVA ESPAÑA que en San Adriano, unos energúmenos han
cogido la imagen de la Virgen de San Adriano, la han roto y la han quemado.
¿Como podemos llamar a esto?. En los pueblos mas primitivos siempre hubo
principios, y su evolución se acompañaba de un respeto por las creencias y
culto a sus antepasados.
Es igual que unos seamos cristianos, budistas o musulmanes. La base de todo
ser humano está en sus creencias porque al final todos basamos nuestra
existencia en un Ser superior que lo llamamos de forma diferente. Sin entrar a
a debatir si Stephen Hawking tiene razón.
¿Se imaginan que lo ocurrido con las vírgenes hubiera sucedido con un ejemplar
de El Corán?.
Creo que después de todo esto, los responsables de estos actos de barbarie
deberían de recapacitar un poco y pensar que si todos obráramos como ellos, al
final tendríamos que recurrir a "Conan, el bárbaro". Pero estamos en el Siglo XXI.
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