Pensamientos deshilvanados acerca de Dios en la vida de las personas
Como parece que a veces nos olvidamos de Dios, hoy me gustaría dedicarle a Él esta carta dominical. No sé por dónde empezar, la verdad.
Empezaré con una cita del rabino David Wolpe, “Juntos es más difícil, pero juntos es mejor”. Creo que la religión, la que sea, nos hace ser socialmente responsables de los acontecimientos y los sufrimientos actuales. Creo que también hemos de pactar con nosotros mismos para cambiar nuestras vidas y las de los demás, siempre para mejor. Debe ser una promesa hecha a Dios, de otra forma, carecería de valor.
El ser humano es capaz de hacer sufrir a los otros seres humanos, sin ninguna explicación ni motivo aparente, hacer sufrir tan solo por provocar sufrimiento. Ya lo decía el Marqués de Sade: “Ver sufrir sienta bien, hacer sufrir es aún mejor”. Y, tristemente, estamos en una etapa en la que el sistema político establecido “democráticamente” hace sufrir a sus ciudadanos, de una manera casi indescriptible, sueldos mínimos, ayudas vitales, que nos hacen depender de un sistema económico completamente arbitrario, en el que unos pocos ascienden de nivel y la gran mayoría “caen en picado”, entrando en el abismo del que sabe que no tiene nada que perder; todo esto originado por un poder absolutamente injusto y desproporcionado, en el que la gran mayoría no tiene ni acceso a lo mínimo que le corresponde como ser humano libre y, añado yo, Hijo de Dios.
¿Cómo ve Dios al ser humano? Samuel 16:7: “Pero el Señor dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón”. Y así es, como Dios “ve” el interior, lo bueno y lo malo, en su infinita misericordia y su gran AMOR a la creación, nos perdona miles y miles de veces.
Se lee en Génesis 1:26ª-27: “Entonces Dios dijo: Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen para que sean como nosotros (...) Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó”. Se dice además en Efesios 2:10: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas”.
Sé que esto “suena” muy clerical, pero simplemente con ser buenos a veces nos basta y a veces no. Cada uno de nosotros hemos sido escogidos por Él, todos y cada uno individualmente, da igual si creemos en Él o no creemos, pues Dios ve el alma y el corazón de los que Él creó de la nada. A nivel personal, tengo que decir que a muchos creer en Él nos ayuda en el día a día, ¡mayormente cuando el momento histórico que estamos viviendo no ayude mucho que digamos!
Quizás este momento histórico con tantos cambios, con tantas leyes injustas e inexplicables, con tantas vidas perdidas por la crisis, con tantas personas que no encontramos nuestro lugar en el mundo, es la circunstancia oportuna para volver nuestros ojos al cielo y poner nuestro corazón a descansar dentro del suyo, abandonarnos en Él nos ayudará a entender, a veces muy poco, su ternura y su AMOR infinito hacia la humanidad. Este momento nos debe conducir a reflexionar qué hacemos en este planeta y qué nos pide a cada uno de nosotros para cambiarlo y convertirlo en un mundo mejor, en el que todos, todos, estemos incluidos bajo su seno y nos cobije por siempre en su corazón infinitamente grande y misericordioso.
Como siempre, bueno, casi siempre, les dejo con algo para meditar cada día, “Imitación de Cristo”, de Tomás Kempis, en caso de que el aburrimiento nos embargue y la tristeza nos aturda. Les dejo con unas líneas de este pequeño libro de reflexiones, “Libro Primero. Capítulo 14, Evitar los juicios temerarios”:
1. Fija tus ojos en ti mismo y no te atrevas a juzgar a otros. Al juzgar a los demás, uno trabaja inútilmente, se equivoca muchas veces y fácilmente peca; juzgándose, en cambio, a sí mismo y amonestándose se labora con provecho”.
http://www.altorres.synology.me/religion/kempis/imitacion_cristo.pdf
No puedo dejar de compartir una canción de Simon y Garfunkel, aparecida en un programa grabado, que volví a ver ayer, para la televisión inglesa hace unos diez años. Nos dice qué hacer cuando las aguas bajan turbulentas; en directo, desde el Central Park en Nueva York
https://www.youtube.com/watch?v=WrcwRt6J32o
Me despido como llevo haciendo ya muchos domingos, deseándoles paz y bien, que lo pasen bien y que se porten bien, que es ser lo que somos y pensar en lo que querríamos ser por dentro y desechar lo que no tiene encaje alguno en nuestras vidas. ¡Hala, con Dios!
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo