Paletos y narcisistas
Mientras todos los ciudadanos en edad laboral se suben a su rueda de hámster cada día, trabajando la mitad de la jornada para Hacienda, la espada de Damocles en formato ERC 2.0 sigue marcando el devenir de este Gobierno.
El Demóstenes del parlamentarismo ibérico, Juanga Rufián, altivo, poderoso, mano derecha en el bolsillo, mano izquierda extendida, señalando al Presidente, la "espada" en alto y el recurrente aviso al Presidente con el Peak Evil (momento esperado de máxima maldad): "Si decepcionan, Vox y PP entran en Moncloa".
De paletos "landistas" y de no viajados es ser nacionalista e independentista, estando en la UE y en el siglo XXI. Y sobre todo, de paletos es hoy, sacrificada la coleta de Iglesias, confiar en la palabra de Pedro Sánchez, porque todo en él, desde su tesis fake, sus mentiras y su marketing, con pianista incluido, es lo más paleto y hortera a este lado del Mississipi.
El presidente del Gobierno, que aspira a erigirse en líder de la oposición y cubrir así todo el espectro político nacional, estimulado por sus socios preferentes, vuelve a su persistente ofensiva contra la derecha no claudicante, por recordarle en sede parlamentaria la algarabía que montó pidiendo la dimisión de Rajoy cuando subió la luz un 8 por ciento, y la incongruencia de no exigirse a sí mismo su propia dimisión por subirla un 200 por ciento
El "socio" mayoritario de los radicales ERC, Podemos y Bildu, hace caso omiso del resto de formaciones y decreta, alegalmente, esquilmar a las eléctricas que a su vez esquilman "legalmente" a los ciudadanos, y limitar el precio del gas, al tiempo que se luce, en modo verbena en la "fiesta" de la luz, con una frase extemporánea e hilarantemente idiota, que invita a la burla de cualquier persona alfabetizada, proponiendo "proteger el cielo estrellado". ¿Proteger el cielo estrellado? ¡Verás cuando se entere Sánchez!
¿Tan difícil es, señor presidente, entender que el único trabajo del Gobierno es defender a la nación, a los ciudadanos y hacer cumplir las leyes? ¿Cuándo empezarán los políticos a preocuparse por los problemas reales de la gente? Nunca.
Nunca porque los narcisistas piensan solo en sí mismos y no en otras personas, ni piensan en el espectáculo ridículo que resulta montar un photocall en Nueva York, o el espectáculo osceno de montar un photcall junto a los refugiados afganos.
Espero que, al menos, nuestro presidente haya rentabilizado su segundo viaje a USA para promocionarse como el villano Dr. Sánchez en la próxima entrega de 007, en la que el villano revela su trama diabólica para someter al pueblo, en un discurso largo y jactancioso.
Hace miles de años, los síntomas dolorosos o invalidantes, a veces con resultado de muerte, se atribuían a espíritus malignos, dioses enojados o la aparición de ciertas constelaciones. Hoy miras a Sánchez y ves al inspector Clouseau (Peter Sellers), siempre marchando con confianza hacia el desastre, ignorante del caos que deja atrás, confundiendo a sus amigos, sin identificar a sus enemigos, hasta que un día se despierte completamente derrotado.
¿Game over, juego final? Mi pesadilla más lacerante es una bota pisando un rostro humano... para siempre. Y al espeluznante Pedro sonriéndome desde todas las pantallas de televisión del país... para siempre. ¡Estoy perdido!
Saludos cordiales.
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