Presupuestos
En la última escena de la obra "La casa de Bernarda Alba", de Federico García Lorca, la madre vuelve a enclaustrar a sus hijas después del suicidio de una de las hermanas y, ante el llanto de ellas por la muerte de su hermana, la madre dice: silencio, a callar he dicho, silencio.
Después del largo confinamiento que todavía continúa de alguna forma, después de privarnos de todas nuestras libertades individuales y colectivas, después de años de penurias económicas, primero por la crisis del 2008, por los gobiernos del PP en Madrid que dejaron de enviar en los Presupuestos a la comunidad "por la crisis" ni un céntimo en varios años, limitando con ello nuestro desarrollo; después de más de diez años de soledad y abandono, llegaron por fin los Presupuestos de la odiosa nueva normalidad.
Leer la cantidad de dinero asignada resultó ser una bofetada a todos y cada uno de los ciudadanos de esta nuestra comunidad, Asturias; no sé cómo expresar la rabia, el coraje, la humillación que supone la partida asignada. Bien es cierto que nosotros no tenemos un Gobierno en la comunidad que defienda los intereses de esta, ni podemos chantajear al Gobierno central en el Parlamento con quitarle nuestro apoyo si no se pliega a nuestros intereses, pero permitir esta vergüenza no puede quedar sin respuesta.
El señor Barbón, al que no le tembló el pulso para limitar nuestras libertades, por no decir anularlas, espero que tampoco ahora le tiemble para presentar en Madrid su más enérgica protesta por el ninguneo a sus ciudadanos. Desprecio profundamente a los políticos que, lejos de defender los intereses de su comunidad, se pliegan a los intereses de partido dependiendo de quién gobierne en Madrid, todos babosean cuando el Gobierno central no es de su ideario político, pero si lo es, bajarán la cabeza y permitirán cualquier cosa con tal de seguir medrando dentro del partido.
La señora alcaldesa de Gijón dijo que había que leer la letra pequeña, mucho me temo que tendrá usted que usar una lupa para ello, porque de donde no hay no se puede sacar. Es posible que con ese dinero que no llegará pudiera eliminar los detritos que invaden las playas del concejo.
El señor Barbón nos hace guardar silencio, guarda silencio con la partida de dinero asignada, guarda silencio con el peaje del Huerna, guarda silencio con el lastimoso aspecto de nuestras carreteras nacionales y autonómicas, autovías, red ferroviaria y un largo etcétera. Señor Barbón, es usted un incompetente, con Arcelor no es suficiente... y con Amazon tampoco.
Este verano nos visitó una periodista muy conocida y cuando le preguntaron por Asturias dijo que estaba abandonada, y aunque pienso lo mismo que ella me sentí hundida por el comentario, pero nos puso ante un espejo en el que ningún asturiano quisiéramos vernos. Solo ustedes, miembros de un Gobierno sin dignidad ni amor propio que vende a sus ciudadanos por un puesto en las próximas listas electorales.
Cada cuatro años hay elecciones y a cada ciudadano nos dan una bolsa de "piruletas", cada uno coge el sabor que más le gusta y durante esos quince días paladeamos la piruleta, pero cuando se acaba ese tiempo, se acaba la piruleta y todos nos quedamos con el palo en la mano.
Esta comunidad tiene que emprender el vuelo, con ustedes o no, ustedes eligen.
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