El mal concepto que tienen algunos de la sociedad asturiana
Acabo de leer en la prensa que un expresidente socialista asturiano -dicho sea de paso, únicamente recordado gracias al triste episodio del Petromocho)- pide un referendo sobre la oficialidad.
Como principal razón esgrime que necesariamente la oficialidad implicará obligaciones para los ciudadanos. Añade además: "Las leyes no son ni amables ni hoscas; son leyes, y si establecen derechos y obligaciones, los jueces que tendrán que aplicarlas se verán forzados a exigir que se cumplan en todos sus términos, les guste la ley o no".
En primer lugar, este señor parece ignorar que la cooficialidad estaba incluida en el programa electoral del PSOE (su propio partido) que miles de asturianos refrendaron con su voto en las últimas elecciones.
En segundo lugar, creo que este señor tiene muy mal concepto de la sociedad asturiana y la idiosincrasia de nuestra región.
Por si este señor no está al corriente, en Asturias no hay un problema de nacionalismo, nunca lo hubo y porque la lengua asturiana sea oficial no vamos a tener un auge repentino de este fenómeno.
Las lenguas dividen, dicen ahora muchos. Siento discrepar, las lenguas no dividen, las que dividen son las personas.
Las religiones también dividen y no por eso se prohíben.
Lo único que se pretende con la oficialidad es que el asturiano no esté abocado a la desaparición. Y para que esto ocurra, la única vía es la oficialidad, para que se pueda usar en cualquier ámbito de la vida y por supuesto que sea vehicular.
Por supuesto que la oficialidad traerá el que sea lengua vehicular en alguna medida; precisamente en eso consiste, una lengua que no se utiliza no sirve para nada, es una lengua muerta.
Pero por ello nos vamos a volver antiespañoles o renegar de la lengua española. No nos tomen por tontos ni metan miedo a la gente.
Tenemos el ejemplo de Galicia, que no veo que sufra problemas de convivencia ni su PIB se vea afectado porque el gallego sea cooficial. Más bien todo lo contrario.
Pues aquí se hará de forma más laxa todavía, porque los asturianos somos así, no somos nacionalistas, nos sentimos orgullosos de ser españoles e incluso algunos nos sentimos también orgullosos de tener una lengua propia -que no es inventada por mucho que los "anti" repitan ese mantra- y que muchos queremos que no desaparezca y que el que lo desee la pueda utilizar en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
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