La Nueva España » Cartas de los lectores » Las personas adultas con DC tienen sentimientos y necesidades afectivas como los demás mortales

Las personas adultas con DC tienen sentimientos y necesidades afectivas como los demás mortales

29 de Octubre del 2021 - Ángeles Menéndez Muñiz (Corvera)

Hoy mi escrito es sobre las personas con distintas capacidades (DC) que ya han dejado de ser niños, pero la mayoría de la sociedad les trata como si lo siguieran siendo, olvidando que son adultos y como tales deben de ser tratados.

Los adultos con DC no son felices como muchísimas personas piensan, más de una vez he escuchado decir: son ángeles, son una bendición, es una cruz que te ha caído encima, son niños felices, ellos están en su mundo, el día que los padres falten hay buenas residencias donde les van a tener muy bien atendidos, no pienses en el mañana y vive el hoy, etcétera.

A ver cómo lo digo para no ofender a los "entendidos en esta materia":

1º/ No son "ángeles", son personas a las cuales la vida se lo ha puesto muy difícil, dejemos de subirlos a los altares, mejor darles herramientas y recursos para que puedan caminar en la Tierra sin tantos obstáculos.

2º/ Todos los niños son una "bendición" para sus padres sin excepción.

3º/ No son "cruces que tenemos que llevar", son hijos con necesidades especiales y el Estado tiene la obligación de garantizar que todos sus derechos sean llevados a cabo. La cruz que nos cae encima es cuando todos se lavan las manos como Pilatos y nadie quiere afrontar las realidades que nos toca vivir con nuestros hijos.

4º/ "Son niños felices": Son adultos con las mismas necesidades que cualquier persona, no son peluches, tienen sentimientos, necesidades afectivas y sexuales. ¿Acaso les habéis preguntado cómo se sienten, qué les gusta, qué les frustra, cuáles son sus sueños, sus aspiraciones, sus ilusiones, sus miedos? No, eso ni se os pasa por la cabeza, ¿verdad? Y ¿sabéis el motivo? Yo os lo digo... Porque no los consideráis personas que tengan derecho a vivir una vida plena, porque para vuestras mentes arcaicas estas personas no tienen derecho a nada, solamente a las burlas, los desprecios y humillaciones por ser diferentes. Y lo peor es que por desgracia en algunos casos sus propios padres o tutores los consideran un cero a la izquierda.

Igual deberíais pensar que esas carencias afectivas y sexuales también le pasan factura a su salud física y emocional, pero, claro, es más fácil mirar para otro lado o esconder la cabeza como el avestruz.

5º/ Ellos no están en "su mundo", están en el que estamos todos, lo que ocurre que no les damos su sitio, ellos parecen extraterrestres que nos vienen a incomodar con su presencia.

6º/ El día que los padres faltemos para ellos se habrá acabado todo, no vender residencias confortables, ni cuidados exquisitos, lo que prima es el dinero y con el tema de la discapacidad se están lucrando muchos, es un negocio para personas sin empatía ni corazón, como una vez dijo una madre: "Las personas vulnerables son la gallina de los huevos de oro".

7º/ Es muy fácil decir "no pienses en el mañana y vive el hoy", para eso os tendríais que calzar nuestros zapatos y andar nuestro camino.

Para mí el hoy y el mañana no se puede desvincular porque mi hijo es el hoy certero y el mañana incierto. Solamente las madres y padres que lo vivimos lo sabemos. Lo necesario es que también lo tengan como prioritario los políticos (ellos lo saben pero hacen oídos sordos).

Y para terminar, dos cosas más:

Por favor, igual que yo no puedo dar consejos médicos porque no soy doctora, abstenerse de decirme lo que tengo que hacer y qué es lo mejor para mi hijo, porque hace 46 años que estoy librando batallas con muchos frentes abiertos, no necesito escuchar palabras sin sentido ni consejos que no he pedido. Y mucho menos que vengan a darme lecciones cuando no tienen ni remota idea de lo que hablan.

Agradezco a las personas que escuchan y aprenden de nuestra realidad, afortunadamente estamos rodeados de personas maravillosas que, sin obligación de nada, te ofrecen su hombro y una mano tendida por si la precisas.

La segunda cosa que quiero decir es que hoy he leído una publicación que trata el tema "Adultez autista: capacitismo y tabú".

Dejo un trozo de texto:

La adultez no solo es un tema poco tratado en el autismo, es casi un tabú. Tenemos muchos libros, estudios, testimonios, etcétera, referidos a la infancia, niñez y adolescencia autistas; luego, muy poco. Pareciera que todo se detuviera al finalizar la escuela".

¿Quién no haría algo por los niños? ¿O por los adolescentes, esa gran preocupación de los cuidadores?

Un adulto no tiene ya esa gracia y supone problemas menos publicitables. El paternalismo es lo opuesto a la autonomía e independencia; un adulto requiere formarse, tiene derecho al trabajo, al libre ejercicio de su sexualidad, a vivir solo o en espacio que brinde los apoyos y soportes necesarios a su privacidad.

Pero ¿cómo considerar adulto a quienes hemos considerado como ángel o niño eterno? El adulto autista deviene en una forma "desangelada", un niño deformado, alguien a quien mejor es no mirar. La sociedad barre al adulto autista bajo la alfombra junto a sus familiares. Poner los reflectores en el adulto autista mostraría el fracaso de los programas de "inclusión" que no consideran el desenvolvimiento autónomo, los apoyos y ajustes que se requerirán para vivir dignamente después de la adolescencia. La inclusión en la adultez se vuelve en beneficencia, en el mejor de los casos. Algunas cuotas de empleo, pocas fotos, poco que celebrar. Mejor mirar los pasacalles azules que pensar en el 80% de adultos autistas desempleados. Mejor fijarse en ese mundo "promisorio" que la inclusión parece ofrecer.

Una sociedad que cuestionase su capacitismo apostaría por el respeto nacido de la convivencia. En un pacto social nacido del respeto a la neurodiversidad, cada quien recibiría lo necesario como parte del derecho natural. La sola idea de "incluir" a alguien sería un sinsentido, ¿Cómo "incluir" a alguien que por ser ciudadano ha estado integrado siempre a su comunidad? Llegada la adultez, todo autista tendría las herramientas y entornos necesarios donde desarrollar un proyecto de vida digno.

Un adulto autista, su mera existencia, denuncia a la sociedad, sus fantasmas e ilusiones. Mejor no hablar de ellos. ¿Y los ancianos autistas? ¿Ha oído hablar del autismo en la tercera edad? No es difícil imaginar, tristemente, el porqué.

Retomando mi escrito, las madres jóvenes (salvo excepciones) no comparten nada de los adultos con DC.

Sin embargo, las madres veteranas sí compartimos temas que atañen a sus hijos.

Tal vez no han pensado que sus hijos van a llegar a ser adultos porque lo ven muy lejano... Pero la vida pasa en un suspiro y pienso que en esto todos deberíamos hacer piña y luchar por todos, niños y adultos.

No solo pensar en el presente, porque el futuro está a la vuelta de la esquina.

Y en el futuro ya los padres no vamos a estar.

Habrá que ir pensando que si las cosas no cambian nuestros hijos cuando lleguen a la vejez irán para residencias de mayores y lo que no parece justo es que tanto personas con DC como personas ancianas vivan juntas.

Habrá que diferenciar las características de cada persona para que su vida sea lo más placentera posible.

Cartas

Número de cartas: 49025

Número de cartas en Diciembre: 149

Tribunas

Número de tribunas: 2177

Número de tribunas en Diciembre: 5

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador