La traída de agua de Arbón y Vegadeo

Unos 40.000 vecinos de siete concejos de la rasa occidental de Asturias cuentan con un nuevo suministro de agua, "de la misma calidad que la embotellada, pero más barata", gracias al nuevo abastecimiento y sistema de depuración conocido como Traída de Arbón que ha inaugurado el pasado 2 de agosto la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, y en el que se han invertido alrededor de 37 millones de euros.

Soy una doble perjudicada por la traída de Arbón porque esta ha pasado por una pequeña finca propiedad de mi familia a la que han divido en dos trozos inservibles. Naturalmente, se podría haber hecho la conducción intentando perjudicar lo menos posible a los propietarios afectados. Lo que, al parecer, es mucho pedir a una empresa pública y especialmente a los gobernantes de los municipios afectados como Vegadeo y que tienen o deberían tener la obligación de defender con justicia a sus vecinos.

El teórico objetivo de la Traída de Arbón es dotar a las zonas de la rasa costera de los municipios del extremo occidental de un sistema común de tratamiento, transporte y regulación de agua potable que garantice el suministro de agua en cantidad y calidad adecuadas a las redes actuales de distribución de cada municipio.

Pues bien, las redes de distribución de Vegadeo están obsoletas y el agua de Arbón vendrá en cantidad y calidad pero no llega a todos los grifos de los ciudadanos ni en esa calidad, ni cantidad prometidas debido al mal estado de las conducciones y sus continuas averías y filtraciones. Situación que venimos padeciendo desde hace lustros. Por no hablar del saneamiento y los vertidos de aguas residuales a los ríos.

La que suscribe, es doble perjudicada, pues, ha decidido construir una casa bioclimática en mi pueblo Vegadeo, donde nací (y de cuyos problemas para su construcción ya dieron cuenta los medios de comunicación de la zona) al lado de la finca por donde pasan las conducciones de la traída de Arbón y donde se situa una arqueta (en un pequeño monte de nuestra propiedad). Sin embargo, miren ustedes lo que sucede ¡oh sorpresa! y que es de verdadera risa sino afectase a bastantes vecinos del barrio de La Galea de Vegadeo y es que tienen graves problemas con el suministro de agua.

Con la Traída de Arbón, que costó un riñón, se invadieron y destruyeron pequeñas propiedades innecesariamente de vecinos como los del barrio de la Galea de Vegadeo, puesto que esta maravillosa traida pasa por su barrio, muy cerca de sus casas y esperaban que la misma pudiese solucionar definitivamente sus problemas de agua, pues, en teoría, para eso se hizo esta traída. Pues, no, vegandenses, asturianos beneficiados por la Traída de Arbón.

En efecto, muchas de las viviendas situadas en la parte alta del barrio de la Galea tienen importantes problemas de suministro de agua. O sea, el liquido elemento no les llega ni en calidad ni en cantidad y, debido a las numerosas averías de la red en la zona centro de Vegadeo, el suministro queda interrumpido frecuentemente o su caudal es tan escaso que impide el normal funcionamiento de los electrodomésticos y la obtención de agua caliente sanitaria. Es decir, que ni se pueden duchar en pleno siglo XXI, ni bañar a sus bebés, etc.

Las autoridades tanto locales como autonómicas, y teniendo en cuenta el gran gasto de la Traída de Arbón y los problemas que esta ha generado, deberían buscar una urgente y positiva solución para vecinos como los de La Galea que padecen muy injustamente este problema desde hace años. En mi caso, si quiero agua para mi casa bioclimática tengo que hacer una gran inversión para realizar el entronque con la traída de Castropol y además no tengo garantizado el normal suministro. Vivir para ver.

Me parece absolutamente lamentable que se de este tipo de problemas en el siglo XXI y que, en el caso de bastantes pueblos pequeños (hay otros que saben solventar sus problemas con justicia y contando con los vecinos), por lo que se viene viendo y padeciendo, los vecinos tienen que callar, aguantarse y dorarle la píldora a las autoridades para no sufrir represalias, para que, si cuadra, los traten bien aunque no sean de los suyos. Y tratarlos bien debería de ser cumplir con el Imperio de la Ley y el Estado de derecho, con la justicia justa e, incluso, con obligaciones tan elementales como dotar de agua corriente a todos los vecinos del pueblo y, máxime, si se han gastado muchos millones en una nueva Traída como la de Arbón. Traída que, además, pasa al lado de vecinos que vienen teniendo graves problemas con el suministro del agua y que alguno de ellos (como en mi caso) se han visto injustamente perjudicados por la construcción de la misma.