La acera de Víctor Chávarri
Señor alcalde de Oviedo, ¿se acuerda de la acera de Víctor Chávarri que valló y nos quitó el paso? Vaya a las hemerotecas y repase para ver si recuerda que prometió que para septiembre estaría ya libre. Pasó un año, otro año, unos cuantos años y donde quedaron las promesas de que iba a quitar lo vallado. ¿Sabe de que hablo? De esta obra «maldita» que está protegiendo al edificio Panorama.
Todavía recuerdo aquellas máquinas que invadieron nuestro pequeño parque público destrozándolo todo. Gracias a los vecinos del edificio Panorama se pudo conservar algo, entre ello una rampa para silla de ruedas. Sabe usted señor Alcalde, en este edificio, por desgracia, ya hay varias sillas de ruedas añorando el pequeño parque. Ya algunos vecinos han muerto sin poder ver el pequeño parque hecho realidad y poder contemplar esta «maldita» obra terminada.
Por favor, no olvide esta acera, que ya no podemos recorrer teniendo que cruzar sin más remedio a la acera de enfrente. ¿Le llegó a sus oídos que ya se ha producido algún accidente? No le pedimos la acera entera, solamente un pequeño espacio que la haga transitable y los vecinos podamos subir y bajar por ella sin tener que cruzar a la acera de enfrente.
Al final de nuestro añorado parque hay un árbol centenario que gracias a los vecinos se consiguió que no derribaran. Todavía gime y llora al ver tanto abandono. Cuando el viento mueve sus ramas, en mi fantasía, le oigo susurrar y decir «por favor, no me toquéis, ya que bastante sufrí viendo desaparecer el tren».
El mundo es una rueda que gira y gira sin detenerse destruyendo todo lo que encuentra a su paso. Esperamos que un día se resuelva todo para bien y que nos devuelva nuestra acera y nuestro parque público.
Sabemos que si usted quiere tendremos nuevamente nuestra acera.
«Hay Oviedo de mi vida, quien te ha visto y quien te ve, aquella estación del Vasco que yo nunca olvidaré».
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