Premio DD HH a Aída Quilcué
Los días 5 y 6 de noviembre en Llanera se organiza un encuentro para la Paz y los DD HH en Colombia.
Los dos años anteriores se celebraban encuentros similares, en Xixón, con participación en ambos de Aída Quilcué, lideresa indígena nasa.
Ella también había estado invitada por el Gobierno asturiano cuando se elaboraba la estrategia asturiana de cooperación con los pueblos indígenas, llegando en aquella ocasión con su hija, recién huérfana, pues su papá y compañero de Aída había sido asesinado por militares, creyendo que dentro de la camioneta iba Aída, consejera mayor del CRIC.
El crimen de Edwin Legarda fue un atentado en contra de la exconsejera mayor del CRIC y del movimiento que rechazaba las políticas de Uribe, con quien se había confrontado en directo en la María Piendamó. “Fue el momento más difícil de mi vida, del que espero conocer la verdad”, dice Aida.
Como consejera de DD HH de la ONIC también recibió dos veces a la delegación asturiana en misión a los territorios.
Ahora acaba de recibir nuevo premio.
En el Centro de Memoria, Paz y reconciliación, Aída Quilcué fue galardonada con el Premio Nacional de los Derechos Humanos 2021, en la categoría “Reconocimiento a toda una vida”.
Los derechos de las mujeres, la construcción de paz, el respeto por las comunidades indígenas y la lucha por condiciones de vida digna han sido las banderas de esta mujer de 48 años, quien fue víctima del conflicto armado.
Aída estaba en Bolivia cuando recibió el premio, participando en un encuentro en defensa de los estados plurinacionales. ¿Quién recogía entones el galardón?: su hija Alejandra, convertida ya en licenciada universitaria.
El otro finalista al premio (que auspicia la Iglesia sueca y Diakonía) era el abogado Daniel Prado, que este fin de semana estaba en Asturias, en entrevistas en el Parlamento, la Agencia de Cooperación y el Ayuntamiento de Gijón.
“Este premio significa un reconocimiento a las comunidades a las que pertenezco, al pueblo nasa, a los pueblos indígenas del Cauca, al país. Nuestra labor ha sido velar por la vida y dignidad. Sueño con que un día podamos pervivir para siempre en el tiempo y espacio; que nuestros niños puedan correr alrededor de sus casas o centros educativos, y que se respete la diferencia, lo plural, lo diverso que tiene Colombia. No queremos seguir contando muertos”.
Muchas felicitaciones, Aída.
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