Lamentable mantenimiento del rocódromo municipal de Gijón
Desde hace muchos años la dejadez con la que se gestiona el mantenimiento del rocódromo municipal de Gijón ha llevado a lo que fue en su momento un referente a nivel nacional a convertirse en un monumento a la mala gestión.
El mayor culpable de esta situación es el Patronato Deportivo municipal, que primero es incapaz de hacer un buen trabajo de selección de la empresa a la que se le adjudica el mantenimiento y luego no supervisa la labor de la misma.
Como muestra de este mal hacer sirva el último botón: se han modificado reciente y lamentablemente las vías correspondientes a la parte de iniciación. Esta es la pared donde se realizan los cursillos de escalada y, al tratarse de la parte menos desplomada del rocódromo, donde los escaladores principiantes pueden empezar a practicar en vías que debieran ser acordes a su nivel.
Las vías resultantes no solo son de una dificultad nada acorde a lo esperado en una sección de iniciación, sino que además denotan una falta total de formación o tan siquiera talento en el diseño de vías de escalada. Parece talmente que han puesto presas de forma aleatoria sin ningún criterio. Claramente el que ha realizado el trabajo carece completamente de capacitación para la labor.
Por si esto fuera poco, el trabajo está mal hecho técnicamente hablando, quedando varias presas de la vía mal apretadas o completamente flojas, lo que hace que se giren completamente al ejercerse fuerza sobre ellas. Esto ya constituye un auténtico peligro para los escaladores y denota ya no solo falta de formación y talento, sino también una carencia completa de sentido común y profesionalidad.
Esto es solo un ejemplo aislado de muchos que llevan produciéndose desde hace muchos años y que abarcan no solo al mantenimiento de las vías, sino también a la gestión y mantenimiento de toda la instalación. Cuestiones como el aislamiento de la estructura, funcionamiento de las duchas, conectividad de los equipos informáticos de la entrada y un largo etcétera son también claramente deficientes para una instalación que no solo acoge al que debería ser el mejor rocódromo de cuerda de Asturias, sino también una pista polideportiva donde compiten, por ejemplo, equipos de hockey sobre patines de nivel internacional.
En resumen:
- La empresa encargada del mantenimiento del rocódromo carece de formación, talento y profesionalidad.
- El Patronato es completamente incompetente a la hora de seleccionar una empresa adecuada para llevar el mantenimiento del rocódromo y de realizar un seguimiento de la labor de la misma.
- El Ayuntamiento, como responsable último, es el culpable de que una instalación excelente con un potencial altísimo esté en un estado lamentable.
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