Aparcar de oído
Cuenta la leyenda que antiguamente, cuando alguien le ocasionaba algún desperfecto a tu vehículo mientras lo tenías aparcado, amablemente y como cosa lógica y habitual te dejaba sus datos de contacto en una nota estratégicamente colocada bajo la escobilla de uno de los brazos del limpiaparabrisas. Y tú, cuando la veías, llamabas al teléfono en cuestión, y sin más, arreglabais el asunto como personas con seguro de automóvil que erais.
Pero no sé en qué momento se dio por hecho que lo mejor para aparcar era anteponer el uso del oído al de la vista y recurrir al sonido del contacto con los vehículos adyacentes como señal de aviso. Quizá para que así tuviera lógica esa costumbre, hasta entonces inconsistente, de bajar el volumen de la radio antes de efectuar las maniobras. Y ahora lo normal es que tengas asimilado que si dejas tu coche en la calle, cuando llegues a recogerlo es muy probable que tengas algún recuerdo de quien aparcó delante o detrás de ti. Y hoy por ti y mañana por mí. Pero a la inversa. Hoy te fastidias tú, que mañana ya me tocará a mí.
Y mientras, las compañías de seguros ahorrándose un dinerito curioso en indemnizaciones por siniestros, y los talleres de chapa y pintura dejando de efectuar unos arreglos que seguro que les vendrían de perlas. Así que podemos hacer una cosa, dejar notita una vez sí y una vez no, y así por lo menos equilibramos un poco la balanza. Y avanzamos algo como personas con seguro de automóvil que somos. Eso también.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

