La vida en condiciones de vida
Me encuentro con mi vecino José Antonio, vive solo, por lo menos tengo que hacer de vecino. Lo provoco con el tema de difuntos: ¿sabes que el agua que consumimos es la misma desde hace millones de años? Piensa, pausa: -Claro, todo se renueva... entonces, los muertos se han reciclado en... -Sí, los seres humanos se componen de la tierra y el agua. -Entonces, ¿adónde van a parar? -Sus átomos vuelven a la tierra. Venga, tomamos un café y te comento lo que he investigado.
Las Sagradas Escrituras dicen: "Los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto. No hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el sepulcro, el lugar adonde vas". (Eclesiastés 9:5, 10.) Los cristianos constatados en las Escrituras esperaban una resurrección durante la futura "presencia del Señor". (1 Tesalonicenses 4:13-17.) No esperaban estar conscientes en algún lugar aguardando ese momento. Joseph Ratzinger, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, del Vaticano, ha dicho: "En la Iglesia antigua no hay pronunciamiento doctrinal alguno sobre la inmortalidad del alma".
Como tú ya sabrás, esa es una idea platónica adoptada, como tantas otras ideas filosóficas o paganas, por las religiones de todo el mundo. El alma es el individuo completo según la Biblia y puesto que al menos en nuestra cultura cristiana esperamos una resurrección, pues nada más natural que la resurrección sea aquí en la tierra; para eso la hizo el Creador. Te cito Isaías 45:18: "El Dios verdadero, el que formó la tierra, el que la hizo y la estableció firmemente, no la creó sencillamente para nada, sino que la formó para que fuera habitada". -Pero, José Luis, ¡si la tierra está desapareciendo!. -Está desapareciendo el sistema de gobierno humano que la está destruyendo, pero es Dios quien después de demostrar que no le corresponde al hombre gobernar al hombre -y ahí están los resultados- viene con su propio gobierno al rescate. 0... ¿no lo pides tú en el Padrenuestro?
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

