La Nueva España » Cartas de los lectores » Tratando de hacer caja

Tratando de hacer caja

16 de Septiembre del 2010 - José Antonio Gutiérrez González (Piedras Blancas)

El tema de los impuestos, aparte de lo muy reiterativo que resulta en todas las legislaturas, es un referente para todos los políticos, sean del signo que sean. Los que están en el poder justifican las subidas por aquello de mejorar la calidad de vida de los contribuyentes, y los de la oposición aprovechan para criticar medidas que repercuten negativamente en el bolsillo de los ciudadanos. Al final, toda elevación en los impuestos se convierte en una mayor fuente de ingresos que sirve para tapar variados agujeros, aunque la decisión inicial no haya sido ésa.

Aparte de otra publicidad, queda muy progre señalar que el incremento de las aportaciones a Hacienda es de izquierdas, y que luego esos fondos se destinarán a planes sociales. Y si no fuera así, como suele pasar, se dice como disculpa. Si sube el IVA, suben los precios al consumo, se rebajan los sueldos, congelan las pensiones y con mayores tributos, el Estado del bienestar se transforma en poco tiempo en algo muy diferente. En período de recesión el principal protagonista es la macroeconomía, obviamente; y cuando se empiezan a reducir los ingresos y aumentar los gastos familiares, la cosa comienza a ir mal. Y por ende vienen las crisis.

El ministro de Fomento y número dos del aparato socialista expuso este verano una rotunda e incompleta declaración: «Si se quieren servicios e infraestructuras de primer nivel –añadió sin ponerse ni pizca de nervioso–, es necesario subir los impuestos para homologarlos a la media europea».

José Blanco, siempre que actúa, lo hace con dos caras: la de hombre de partido y la que tiene que ponerse como integrante del Gobierno. Cuando era únicamente secretario de organización del PSOE, Blanco era Pepiño y fustigaba a la oposición con vara de avellano; después, cuando se hizo con la cartera ministerial, cambió la palmeta por el botafumeiro y allá adonde va gasta bromas y risas con el alcalde o el presidente autonómico de turno, sin importarle que sea o no de la oposición. Pepiño, pues, se ha convertido en el señor ministro de Fomento.

Pero, últimamente la moneda de doble cara se ha transformado en un prisma de al menos tres caras. Blanco, el señor ministro, sigue siendo también Pepiño en su calidad de vicesecretario general del partido, pero cada vez en más ocasiones se involucra en serios papeles que exceden de sus cargos. Por ejemplo, cuando hace unos días anunció que el Gobierno iba a subir los impuestos a las rentas altas (a quien más gane o a quien más tenga), se metió en el jardín del vecino. Y hasta tal punto ha pisado juanete ajeno, que la ministra económica, Elena Salgado, le corrigió en su presencia y dijo que no, que no está prevista ninguna subida de impuestos. Aunque puede darse por seguro que si hubiera disonancias o contradicciones entre Blanco y la vice, el Ejecutivo de Zapatero indudablemente subirá los impuestos en 2011.

Una vez más, José Blanco nos ilumina con sus «resplandecientes» e inconcretas ideas. En esta ocasión alega que para equiparnos a la Unión Europea, lo mejor es subir tributos. Ahora se entiende muy bien por qué la prensa internacional se mofaba de nuestro Gobierno durante la Presidencia comunitaria; con estos «grandes pensadores» damos mucho juego par a la chanza. O sea, don José, que con el paro más grande de la historia de España, una deuda pública descontrolada, un déficit de dos dígitos y una crisis empresarial brutal, a usted se le ocurre decir –de momento, sólo como globo sonda–, nada más y nada menos, que hay que subir los impuestos. Con los debidos respetos, ministro, me permito sugerirle que, de antemano, lo que debe hacer el Gobierno, su Gobierno de usted, es tratar de equipararnos en trabajo, sueldos, ayuda familiar, infraestructuras, educación... Lo demás son milongas.

Como se ha visto y leído en diferentes medios de comunicación, esta subida de impuestos, caso de producirse, deja entrever, entre otras necesidades, que pueda servir para llegar a las elecciones generales y poder pagar el clientelismo político. Admitido esto, lo que sí agradecería la sociedad española es que, sin más dilación, comience una austeridad de rajatabla y dejen de despilfarrar en asesores, gastos inútiles, subvenciones a amiguetes, y, desde luego, menos viajecitos en Falcon, que se ponen por las nubes, nunca mejor dicho. Seguro que todo ese ahorro daría para bajar impuestos.

En definitiva, don José Blanco, «presidente del Gobierno en funciones», haría usted bien en preguntarse de qué forma pueden afrontar el pago de impuestos los más de cinco millones de parados que hay en el país.

Cartas

Número de cartas: 45133

Número de cartas en Abril: 149

Tribunas

Número de tribunas: 2037

Número de tribunas en Abril: 6

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador