¿Muertas y desaparecidos o defensa estricta de la vida?
En Asturias, en Llanera, en Xixón, en Oviedo, se dan cita algunas personalidades que tienen que ver con el inmenso dolor de las desapariciones forzadas.
Entre ellas, Luz Marina Bernal, Mamita de Soacha, o Naya Parra, del colectivo socio-jurídico Orlando Fals Borda, que “busca” con los familiares a personas dadas por desaparecidas en el marco de la guerra colombiana. Y están encontrando muchas.
6.912 casos de los mal llamados falsos positivos (porque el término correcto es ejecuciones extrajudiciales protagonizadas por ejército y policía colombiana obedeciendo órdenes y estrategia) son los que ha recogido la “Mesa sobre ejecuciones extrajudiciales” de la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos desde 2006, año en el que se empezó a conocer este delito por las denuncias de las Madres de Soacha (teniendo la desaparición y “encuentro” del cadáver de Leonardo, el hijo de Luz Marina, como uno de los casos emblemáticos).
Con las Mamitas de Soacha varias veces se ha entrevistado la delegación asturiana en misión de observación en las tierras colombianas en diferentes años (este mismo año, en marzo, en la propia Soacha, en donde se denunciaba el crimen de varios jóvenes en una instalación policial y cómo los efectivos policiales impidieron al vecindario que salvasen sus vidas en un incendio, es decir, los dejaron quemarse vivos), y Luz Marina llegó hasta el Parlamento asturiano de la mano de Amnistía Internacional, once años atrás para realizar su denuncia colectiva.
Ahora las tenemos en Asturias.
La Fals Borda “ha encontrado” en paralelo con la Unidad de Búsqueda (adscrita a los Acuerdos de Paz) centenares de restos, que entregan de forma digna a sus familiares. Pero la tarea es inmensa. Algunas entidades sitúan la cifra en más de 100.000, otras en 86.000, en cualquier caso números horrorosos.
La señora Luz Marina, quien fuera también candidata al Nobel de la Paz, persiste en su tarea de lograr la Verdad por los casos de las desapariciones de sus hijos, sin “venderse” por un precio que el Gobierno ha intentado poner a sus muertes injustas: Leonardo tenía discapacidad, era como un niño de 6 años aunque tuviera 26. Se lo llevaron, lo desaparecieron, lo asesinaron y le colocaron un uniforme que no le cuadraba y un arma en la mano que no le funcionaba.
Todo ello para que un Gobierno, un presidente y un ministro de Defensa se presentaran ante EE UU para justificar que su guerra iba bien y tenía resultados positivos. Falsos positivos lo bautizaron los periodistas.
Muchos años de búsqueda y movilización ha supuesto para la señora Luz Marina hasta conseguir que un Juzgado condenara a los militares por homicidio, desaparición forzosa y crimen de lesa humanidad. Esta sentencia era importante para la memoria de Leonardo, pero también para que se reconociese que no se trató de un hecho aislado, sino que forma parte de “un ataque generalizado o sistemático contra la población civil, y con conocimiento de dicho ataque”.
Luz Marina, el movimiento de víctimas persisten en su defensa de los DD HH y lo están contando de nuevo en Asturias: “La impunidad nos enferma, nos mata de tristeza, pero seguimos viviendo para que nuestros hijos no hayan muerto en vano. Al denunciar sus casos, conseguimos salvar muchas otras vidas”.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo