La candidata
Varios jubilados suelen formar tertulia sobre y alrededor de un banco cercano al centro social de Vallobín. Días antes de las últimas elecciones municipales uno de los contertulios alzó la voz –se oía al pasar por allí– y manifestó rotundo: «Pues yo vótola porque ye guapa». Preciso e irrebatible homenaje a doña Paloma Sainz, que optaba a la Alcaldía de Oviedo.
Pero a pesar de este empuje extra, la señora Sainz se quedó con la portavocía de la honorable oposición municipal, asistida de cerca por el secretario general del PSOE local señor Carreño, apuesto protagonista también, con quien forma el tándem que prestigia y eleva la imagen fotogénica de nuestra Corporación. Sólo puedo hablar del continente por las fotografías de prensa, que es lo más cerca que he tenido a ambos personajes. La belleza del contenido la desconozco.
Independientemente de la anterior apreciación, hemos de estar agradecidos a toda la oposición. Nos quita la venda de los ojos y muestra la realidad de ciudad casposa, retrógrada, alcanforada, rancia, ramplona... fiel reflejo y consecuencia «del monólogo municipal» que nos gobierna. Mirando por esa óptica, las felicitaciones de miles de turistas sorprendidos ante el hallazgo de Oviedo son meras muestras de complacencia, de cortesía, son falsas, vaya.
En resumen, los ovetenses, ese grupo que presumimos con lo que hay, no tenemos motivos para jactarnos de nuestra ciudad, sobrada de equipamientos equivocados y caros y necesitada de los que la darían «progreso y bienestar sostenible, acelerado y ascendente» (por Espasa que no quede).
En éstas estaba cuando cantó el gallo, al gran jefe se le derrumbó el andamiaje social sin inmutarse. Y sin sonrojarse, la agrupación local del PSOE, con el señor Carreño al frente, dinamitó con una sola frase el discurso regenerador del Oviedo anticuado. Postulaban a doña Paloma Sainz candidata a la Alcaldía de Oviedo «por ser quien más se parece a la ciudad» (LA NUEVA ESPAÑA, 1-9-10, página 5). ¡Ah traicionera espontaneidad! Acabáramos, resulta que Oviedo es hermoso jarrón de Sevares para tan bella flor. Gracias.
Si no fuese por lo que nos jugamos, ya que en sus manos estamos, habría que tomar a broma a los políticos, darles la espalda o exigir otra forma de elección. Ejemplo: por mérito ciudadano y no por escalafón o antigüedad en el partido. Se cuidarían de embaucarnos y de hacernos creer que «cuando mean sobre nosotros es que llueve», acudiendo al viejo dicho muy gracioso en gallego.
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