Permítanme soñar la pesadilla
Energía, medio ambiente, formación, migración y alimentación. Son conceptos de los que depende la autonomía, la libertad y la independencia de un país, y a ellos debe sumarse la seguridad. En todos ellos hay problemas (dejando aparte la seguridad). La causa debe ser compleja, pues son años de decadencia sin perspectiva de resolver los problemas.
La ONU en su Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de 2015 estableció 17 objetivos y anteriormente hubo 30 artículos en una Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948: pero todo queda instalado en la nube de las buenas intenciones. De existir un Gobierno mundial, debería establecer soluciones a los problemas con decisiones concretas a ejecutar. Por ejemplo: construir en el Sahara centrales termosolares para la producción de energía dada su escasez al cerrar térmicas con algunos "despreocupados" cerrando también nucleares. España podría llegar a acuerdos con Argelia para compensar su gasto en gas con instalaciones termosolares. Por otra parte, tal cúmulo de instalaciones esparcidas por el Sahara necesitarían acero y, claro, allí también está Mauritania con sus minas de hierro. Acordemos pues con Mauritania no solo centrales termosolares sino también plantas electrolizadoras para la obtención de hidrógeno con el que producir esponja de hierro mediante siderurgia de hidrógeno para abastecer a las acerías de Europa que comerciarían sus transformados. Además, se exportaría hidrógeno verde como nuevo combustible a los puertos del norte.
El cambio climático ocasiona ya graves problemas en África y Asia, lo que provoca grandes migraciones. Plantear un proyecto termosolar en el Sahara sería parte de la solución, al generar múltiples empleos en medio del Sahara. Eso obligaría a la creación de centros educativos y de formación en lugares como Tinduf (termosolares) o La Agüera (electrolizadoras). Por otra parte, teniendo en cuenta la baja natalidad en Europa, deberían establecerse allí también agencias de empleo ligadas a los centros formativos que diversificarían sus especialidades haciendo luego legal la migración hasta ahora ilegal, liberándose así de presión la migración ilegal sobre Europa. Pero este sueño no se ve llegar.
Lo que llega ahora es el turno a la alimentación. El cambio climático generará sequías, salinización del agua y, como las plantas no pueden migrar, se mueren. El agricultor tampoco tiene fácil la movilidad de sus campos, y no le será fácil volver a sembrar. La producción agrícola menguará, se elevará su precio y los ricos podrán comprar mientras desperdician luego un 40% de su comida. Dicen ahora que el metano es el causante del 30% del calentamiento global, la ganadería industrial también debería reducirse por su contaminación... Mucha va a ser la hambruna que se ve llegar.
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