Mangantes y cuarto menguante
Recordamos con nostalgia la gran apuesta social del Gobierno Zapatero cuando alumbró la ilusionante y necesaria Ley de la Dependencia, actualmente en cuarto menguante, escudo social para las personas dependientes con pocos o nulos recursos.
Una ley del socialismo imperante que vino para marcharse, y que se resume actualmente en listas de espera, copago abusivo, deficiente atención de urgencias para paliativos y, sobre todo, falta de presupuesto. Un bluf.
Ese cuarto menguante tuvo su continuación en otro cuarto menguante de libro, esta vez apadrinado por el Gobierno socialcomunista, “escudo social” para los más desfavorecidos que daba cobertura a personas con urgente necesidad. El ingreso mínimo vital.
Beneficiarios iniciales del plan: 2,3 millones de personas (800.000 hogares); poco después, lo redujeron a 500.000 hogares; un año después, solo se ha repartido a 200.000 hogares y dedicándole el 50% de lo presupuestado. Enredos propios del “creativo” Escrivá. Un bluf.
Una nueva demostración de “escudo social” para los más necesitados, convertido en aire, para desgracia de incautos creyentes en el modelo socialista, resumido en ese eslogan mil veces repetido por el Presidente de que “nadie se quedará atrás”.
El entonces vicepresidente Pablo Iglesias elevó esa ley a los altares con aquellas emotivas palabras que nos hicieron llorar de emoción, recordando al dictador en históricos “Nodos” inaugurando pantanos:
Españoles: “Nace el ingreso mínimo vital, que permitirá que millones de personas miren al futuro sin miedo. Es el mayor avance en derechos sociales en España ‘desde’ la Ley de Dependencia de 2006”. Bueno, desde, en, entre, hasta, hacia, para, por, según, sin, sobre y... ¡tras!
Hoy, Pablo Iglesias, ejecutado su maquiavélico plan, suelta un zapatazo en el tafanario de todos los ilusos que creyeron en él (también de los que no creímos en él), publicando un liberador y “enigmático” tuit donde dice: “Que nos quiten lo bailao en noches de poliamor y MDMA (éxtasis), y desayunos con tostadas de aguacate y tofu... Novio mío”.
¿No siente que le han robado la cartera? ¡Cuánto mangante!
Saludos cordiales.
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