Indignación ante quienes deberían defendernos
Cuando vi la cara de la activista canaria en El Aaiún sentí horror ante la brutal agresión de la que fue objeto.
Hoy he escuchado al secretario de Estado de Asuntos Exteriores y lo que he sentido es indescriptible; escuchar a un individuo que tiene que atender y defender a los ciudadanos españoles cuando estamos fuera de nuestras fronteras decir que lo único que está claro es que los activistas participan en una manifestación ilegal y que fueron llevados por los policías a un hospital para ser atendidos antes de ser conducidos a Comisaría, a la vez que afirma que no tiene elementos para creer que lo que dicen los agredidos es cierto, y se queda tan tranquilo, da una pobre y triste imagen de nuestros diplomáticos, que no demuestran otra cosa que cobardía e ineficacia, sin pararnos en la persona que es capaz de hacer ese papelote y tragar con lo que le pongan delante.
Que nuestro gobierno haga una «bajada de pantalones» en toda regla ante Marruecos, máxime después de lo acontecido hace unos días en Melilla, sólo sería aceptable si pudiera hacerse a título personal, ya que en absoluto está legitimado para echar por tierra el prestigio de España ante los ojos de todo el mundo.
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