Temporalidad o abuso de poder
Después de ser activada la alarma, por casos como el de FCC Valencia, referente a la situación de 270 temporales de la recogida de basura, tras una inspección de trabajo, obliga a la empresa a hacerlos indefinidos. Podemos ver cómo las grandes empresas, que tenían que ser ejemplo de un comportamiento ético, moral, legal y humano, se saltan a la torera hasta los acuerdos que suscriben en sus contratos con la Administración pública. Mientras estos hechos saltan a la luz, miles de trabajadores laboran año tras año sin una seguridad laboral, con vacaciones a criterio de la empresa, sin acumular antigüedad y con la angustia de que cualquier día pueden quedarse sin empleo. Según Expansión.com se descubren 270.000 contratos temporales falsos, a los que Inspección de Trabajo obliga a hacer indefinidos por fraude de ley. Lo que no acabo de entender es cómo un comportamiento tan generalizado no es cortado con severidad, con avisos, sanciones suficientes para que el infractor se lo piense antes de cometer estos abusos. Está claro que este fraude de ley les sale barato. Comentando esta noticia a mi hermana, abogada laboralista, me dice que es típico de muchas empresas esta praxis. Y no hay unos mandos por encima de otros capaces de prohibir este engaño. España, como en la época del Lazarillo de Tormes, sigue siendo el país del pícaro, del engañador, pero no por problemas de pobreza, sino de avaricia.
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