Hecha la ley, hecha la trampa
¿Por qué en una sociedad en la que las agendas están llenas, las personas seguimos buscando tiempo para jugar? Si os digo que gracias a la capacidad de jugar que tenemos las personas, hemos sobrevivido como especie, ¿me creeríais? Está demostrado que el juego es importante para el desarrollo de las personas, y por ello se ha convertido en una necesidad.
Stuart Brown, médico especialista en psiquiatría, afirma que desde diversas ramas de la ciencia se ha llegado a la conclusión de que jugar es un profundo proceso biológico que ha ido evolucionando para favorecer la supervivencia. Nos permite ensayar o simular acciones de la vida real en un espacio seguro, donde el error no está penalizado ya que forma parte del proceso de aprendizaje que hacemos. Si os fijáis, el juego es tan importante para nuestra supervivencia que aparece en nuestras vidas de manera innata en el vientre materno, antes de tener consciencia e incluso antes de aprender a hablar. Por lo que juego es sinónimo de vida.
Este descubrimiento es tan importante que la ONU, en la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, apuesta por escribir el artículo 31, que reconoce el derecho del niño y la niña al juego. Y aunque en la Declaración Universal de los Derechos Humanos no se mencione porque se escribió antes, en 1948, si dicen que todas las personas llevamos nuestro niño dentro, jugar también es nuestro derecho. Porque, si me permitís, hecha la ley, hecha la trampa.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo