Gentes sin corazón
Recordatorio. La vida está llena de infinitos horrores, los cuales descaradamente no tienen necesidad de parecer verosímiles, porque son verdaderos.
L. Pirandelo
Hace tiempo (no recordamos exactamente la fecha) en Zaragoza un hombre de 44 años mató a su padre, de 62, de varios disparos para evitarle (según declaró el homicida) que su progenitor conociera sus dificultades económicas. El cadáver fue encontrado sobre su cama presentando cara de absoluta sorpresa: no era para menos, ¿verdad?
Matar a su propio padre para evitarle el conocimiento de las carencias de dinero por las que atravesaba. A uno (sin ninguna frivolidad) le viene a la mente eso de que hay amores que matan... ¡Qué barbaridad de barbaridades!: maltrato a sus padres, madres, abuelas/os... Crímenes de ciertos hombres (?) sobre su esposa, pareja... Hace falta ser desnaturalizados, amén de gentes sin corazón.
Brevemente, amables lectores, vayamos a la despedida y cierre hoy cabreados, cabreados, cabreados a más no poder.
Érase una vez.
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