Copiar casi nunca fue bueno
Desde hace unos años, en España, muchos ayuntamientos han querido tomar ejemplo de la iluminación navideña de Vigo. Lo que al principio podría parecer una buena idea para dar mayor alegría a las calles e impulsar a la vez el comercio navideño se ha convertido en toda una pesadilla. Y digo una pesadilla porque, en muchos casos, esto se ha convertido en una lucha contra el reloj para ver quién es el primero en darle al interruptor de encendido o ver quién es el que más luces pone de su comunidad autónoma o provincia. Se están llegando a ver cosas tales como que a primeros de noviembre ya hay pueblos de España que han encendido la iluminación navideña, y bien orgullosos están de ello.
Pero el problema no es solo este, que ya es bastante, sino que, además, este año debemos sumarle el problema que tenemos todos los españoles, sin que los ayuntamientos sean una excepción, con la subida de las tarifas eléctricas y, por tanto, el encarecimiento de los diferentes consumos tanto a nivel personal como a nivel ciudadano que, de una u otra forma, también acabará recayendo sobre nosotros.
Cuando nuestros dirigentes deberían ser los primeros en racionalizar el gasto, hacen todo lo contrario y nos muestran, en la mayoría de los casos, lo que no se debe hacer.
¡Por favor, prediquen con el ejemplo!
Jaime Alustiza Suárez
Oviedo
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