El rector de la Universidad de Oviedo "prevee"
He pasado casi treinta años intentando que mi alumnado le conceda tanta importancia a la ortografía como a su propio móvil (del que no se separa ni para dormir). Pues bien, tengo a la RAE tan cerca de mí como mi propia piel. Es decir, en el propio teléfono, al que también reconozco muy cercano, y que además me atiende siempre al instante y hasta con muy agradable voz femenina. ¿Qué más quiero?
Hace pocos días, celebrando la festividad de Santa Catalina, nuestro rector magnífico, don Ignacio Villaverde, parecía estar de guapo subido: "La Universidad ni está en crisis, ni es ineficiente, somos los mejores", exclamó al alto la lleva. A continuación continuó en modo plañidera (así recuerdo desde siempre a todos los rectores que he conocido), y haciendo cuentas expuso a todos los medios de comunicación (lo escuché en la radio y en la televisión), cómo había tenido que "preveer" cuatro millones de euros debido a la carestía de la energía eléctrica. En fin, con esta desafinación reconozco que no puedo cantar, como tantísimas veces hice en el propio paraninfo de la Universidad de Oviedo, el precioso himno "Gaudeamus".
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