Stop
Conducimos por un camino de montaña, nos gusta el paisaje, es como los Andes en pequeño. El sol está cayendo pero la imaginación se ilumina. Con una casita de 300.000 euros de nada podríamos ser felices. De pronto un Stop, pero no aminoramos la marcha, por aquí no hay nadie. Pues sí que había, casi nos cargamos a un ciclista vestido de negro. El sueño que nunca podrá ser ha estado a punto de costar una vida. Nos asalta la imagen del atropello, y las otras que vienen a continuación, la esposa, los hijos llorando. Así estamos todos en este momento.
Hay que dejar los sueños que nos ciegan a la realidad y frenar en seco, dejar de correr tras las metas que están resultando en la muerte del planeta con todo lo que hay dentro. Pero claro, eso también es un sueño, ¿estaríamos dispuestos a vivir como hace casi 300 años, antes de la revolución industrial? La revolución industrial no solo ha traído el calentamiento global por sí misma sino que ha sido al mismo tiempo responsable de la deforestación incontrolada. Los bosques son los pulmones del planeta y absorben una parte de los gases de efecto invernadero que ocasionan el calentamiento global; pero al talarse grandes extensiones, aumenta la concentración de estos gases en la atmósfera.
No, no hay sueño, por más cumbres del clima que se convoquen. Tras ellas no hay expectativas, más bien un escepticismo generalizado. "El planeta seguirá cocinándose", escribió en "The New York Times" Paul Krugman, premio Nobel de Economía. Muy a menudo, los beneficios políticos y económicos a corto plazo pesan más que los factores ambientales de largo plazo, lo que alimenta la actitud de "aquí no pasa nada". "Si se quiere entender el porqué de la oposición a las medidas sobre el cambio climático, basta con seguir el rastro del dinero", dijo Krugman. Y añadió que lo que acabó con las iniciativas en su país fueron "los sospechosos de siempre: la codicia y la cobardía política". ¿Qué nos queda? Volver la vista hacia Dios, el planeta es suyo. (Apocalipsis 11:17,18)
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

