La adolescencia y la salud mental
Tras ver con distancia la época que pasé en primero y segundo de bachiller puedo decir que vivía con continua ansiedad e incluso depresión. Y es que la mayoría de los jóvenes sufren la presión de los estudios "que es lo que les toca". Pero hasta que punto estamos dispuestos a que esto juegue una mala pasada en sus vidas. Me cuesta admitir que nadie de mi entorno fuera consciente de lo que me ocurría. Por ejemplo, muchas noches no era capaz de dormirme antes de las 4 de la mañana. Teniendo en cuenta que me tenía que levantar más o menos a las 6:30 podéis hacer cálculos de cuantas horas de sueño me faltaban para pasar desde las 8:15 hasta las 15:15, las jornadas más largas. Esto junto a la constante carga de haber sido machacada por no ser buena estudiante acarreaba que lo único que quisiera era sacar un 5 y olvidarme de estudiar cosas que no me gustaban. Una de las consecuencias fue no poder entrar en la carrera que quería y menos mal que ahora existen alternativas y la empecé online. En mi familia siempre hemos sido conscientes de la importancia de la salud mental pero yo en aquel entonces no sabía que lo que necesitaba era decir: "Mamá, papá, necesito ir al psicólogo".
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