La democracia, hackeada
El Brexit y la victoria de Trump en Estados Unidos nos han dado una elección. Ante la incapacidad real y efectiva de prohibir el uso no ético del big data en la política, se deberían poner en cuestión los procesos democráticos tal y como los entendemos hoy en día, ya que diversos estudios han confirmado el uso ilegal de los datos de los usuarios en redes sociales para dichas campañas electorales. Y es que quizás ya no tiene sentido configurar la sociedad y la política en "grandes" países, sino en comunidades más pequeñas o ciudades-Estado que permitan el control de dichos procesos y la condena de las malas praxis en las propias políticas.
Incluso creo que se podría poner en duda la efectividad de la propia democracia en este contexto como sistema de organización social. Pues si el juego ha cambiado, los jugadores no tienen por qué seguir con la partida. La democracia ha sido hackeada, por lo que el reto del presente y del futuro es filosofar sobre cómo recuperarla o reinventarla con nuevas reglas educando en valores a la ciudadanía.
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