¿En nombre de quién? Cascos, te necesitamos
Durante estos últimos meses, nuevamente, el Partido Popular de Asturias es tema diario en la prensa regional.
Motivo: el señor feudal Francisco Álvarez-Cascos, sus huestes para recuperar territorios a los infieles.
Y se hará lo que plazca al señor. Sus mesnadas están dispuestas al sacrificio con tal de lograr el Reino de Asturias para su legítimo heredero y dueño.
¿En nombre de quién?, ¿quiénes son?, ¿qué pretenden?
La descomposición que el PP de Asturias viene padeciendo tiene su origen precisamente aquel día glorioso que el candidato al Reino dijo en Cangas de Onís: «Prefiero un partido sin gobierno que un gobierno sin partido». Se perdió el gobierno y se perdió el partido.
Ahora, sus vasallos, ante una posible victoria electoral, según sondeos, van tomando posición en el campo de batalla, afinan sus lanzas, se avituallan de munición pétrea y en desfiladeros y riscos montañosos se parapetan para la victoria final en nombre de su rey y señor. Reclaman las tierras (con sus repollos y berzas), las viñas, los pomares, yeguas, bueyes, vacas, ovejas, cabras y cerdos.
Las fiestas y torneos que estos últimos meses estamos siguiendo por la prensa son un espectáculo esperpéntico. Pidió que le «sacaran a bailar» y lo están «llevando de fartures». Lucen sus vasallos estandartes que llaman la atención. «Cascos, en Siero te necesitamos».
El PP de Siero está en manos de tres familias y de un novillero con pretensiones, que con férrea y caciquil autoridad reparten prebendas y cargos de espaldas a la militancia. Recientemente celebraron su congreso local y para garantizar la victoria recurrieron a la compra de afiliaciones ante la duda de no contar con la militancia de base, desengañada y defraudada.
Y ahora estas tres familias caciquiles se manifiestan con pancartas de «Cascos, en Siero te necesitamos». Un esbozo de aristocracia de servicio que forma el aparato de Siero que se acoge a la protección del señor feudal en su pretensión al trono, para que los gobierne, ampare y haga bien.
Recientemente buzonearon unos panfletos en los que se desacredita a un alcalde de Asturias. Todo vale, el señor feudal les compensará.
Reflexión para los ciudadanos de Siero: con la llegada de Cascos les caleyes tendrán todes petriles y quitamiedos, pero cuidado con los roces, no valen para nada estas medidas de seguridad si no usas cascos y te estrellas contra una llosa.
Y para terminar, como dice la copla de Jerónimo Granda: «Ya no hay praos / ya no hay grillos / sólo cemento / sólo ladrillos.
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