Parar el tiempo
En ese instante del día, en el que quisiéramos poder decidir qué hacer con nuestras vidas, tenemos la ocasión de paralizar el tiempo. Y dejar de lado esos sentimientos espurios por los que divagamos en piloto automático, sin enterarnos del colorido paisaje que nos ofrece la vida.
Yo. Hoy. He estado soñando en esos momentos en los que el corazón actúa como dueño y señor de lo importante; con toda esa fuerza imaginaria que me ha permitido congelar el tiempo, para disfrutar exclusivamente de esos instantes fugaces, en donde el protagonista principal de este sueño es: la fuerza del corazón, esa, que tantas veces esta reñida con su mala compañera: la razón. Formando una coraza protectora ante lo que no suma nada, y así obtener el torrente de energía suficiente, para latir al ritmo de su fiel compañera: la fuerza del amor. Por unos instantes, podemos lograr una vía de escape hacia la indefinida felicidad.
Como me gustaría para el tiempo y quedarme dormido para siempre con estos entrañables y nobles sentimientos.
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