La ratonera del centro de las ciudades
Ayer salí a dar una vuelta por los alrededores de la Puerta del Sol y era tal la avalancha humana que se movía en todas direcciones que volví a casa temiendo no poder entrar, como ya me ocurriera las pasadas Navidades. Entiendo que estemos todos con muchas ganas de movernos por las restricciones que hemos tenido que soportar a causa de la pandemia, pero hacerlo de forma indiscriminada por el centro de la ciudad, cuando estamos lejos aun de la inmunidad de rebaño, es más que una temeridad.
Si las autoridades municipales no lo remedian, al paso que vamos el centro de Madrid se va a acabar colapsando, y entrar o salir de él va a resultar una aventura de incierto final y de grandes riesgos, no solo por los controles que pueden impedir el acceso a tu propia vivienda, sino por el peligro real de contagios que suponen las grandes aglomeraciones.
Como no creo que sea Madrid un caso aislado y supongo que esta situación se estará viviendo también en el centro de muchas ciudades españolas, al ser un problema generalizado, deberían haberse planteado ya políticas municipales tendentes a evitar que se conviertan en auténticas ratoneras.
Es de desear que no ocurra lo de siempre, que se actúe tarde y mal, y que en esta ocasión se hagan las cosas de la manera mas conveniente, por el bien de todos.
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