Yolanda y otros videntes de postín
En su precipitado esfuerzo por cargarse al Presidente que hace cuatro días la nombró vicepresidenta (¡verás cuando se entere Sánchez!), la actual ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, acaba de arrogarse el conocimiento de que "el 15 de febrero ya veía lo que iba a pasar con el coronavirus, y avisó al Presidente".
Con el riesgo de que no me quede espacio ni para despedirme, no puedo evadirme de la responsabilidad de traer aquí lo que Jacques Attali, judío globalista y asesor del presidente francés François Mitterand dijo, supuestamente en 1981, aunque no está claro que lo haya dicho, por lo que si nadie se hace responsable de tal manifiesto, y antes que la señora Díaz se lo apropie para justificar la pandemia, diciendo que ella lo vio primero, voy a decir que es mío, a ver si cuela. Decía el señor Attali:
"En el futuro será cuestión de encontrar la forma de reducir la población. Empezaremos por los viejos, porque en cuanto superan los 60-65 años el hombre vive más de lo que produce y le cuesta caro a la sociedad, luego los débiles y luego los inútiles que no hacen nada por la sociedad porque cada vez serán más, y sobre todo los estúpidos".
"Eutanasia dirigida a estos grupos; la eutanasia deberá ser un instrumento esencial de nuestras sociedades futuras, en todos los casos. Por supuesto, no podemos ejecutar personas o establecer campamentos. Nos desharemos de ellos haciéndoles creer que es por su propio bien".
"Encontraremos algo o lo causaremos, una pandemia que apunte a ciertas personas, una crisis económica real o no, un virus que afecte a los viejos o gordos, no importa, los débiles sucumbirán, el miedoso y el estúpido lo creerá y pedirá ser tratado".
"Nos habremos cuidado de haber planificado el tratamiento, un tratamiento que será la solución. La selección de idiotas se hará así por sí sola: irán solos al matadero".
"Finalmente (y quizás especialmente), dado que ninguna guerra puede ganarse a menos que los pueblos que la libran la crean justa y necesaria, y a menos que se mantenga la lealtad de los ciudadanos y su fe en sus valores, las principales armas del futuro serán los instrumentos de propaganda, comunicación e intimidación".
A que le suena mucho más cercana en el tiempo esta teoría que, por cierto, ya había propuesto y defendido Thomas R. Malthus en 1798, en la publicación anónima de su libro "Ensayo sobre el principio de la población".
Las ideas de Malthus, y más tarde Herbert Spencer y Charles Darwin fueron moldeados de nuevo en la marca de una ideología de élite de "darwinismo social", que era "la idea de que en la lucha por sobrevivir en un mundo duro, muchos seres humanos no sólo eran menos dignos, muchos en realidad estaban destinados a desaparecer como un rito de progreso. Preservar al débil y al necesitado fue, en esencia, un acto antinatural".
En este contexto, la presión de las élites continúa y quizás usted haya tenido la oportunidad de ver la película de Marvel "Avengers: Infinity War" (Yolanda sí la ha visto), donde el malvado Thanos realiza su ya famoso chasquido de dedos, haciendo que muera una de cada dos personas y seres vivos de todas las galaxias, restaurando así el equilibrio en todo el cosmos, eliminando en un abrir y cerrar de ojos a la mitad de todo, porque, según él, muchos de los problemas proceden de la superpoblación.
Aunque para algunos parezca una finalidad obvia limitar el tamaño de la familia y ofrecer métodos anticonceptivos, no creo que ninguna persona o entidad razonablemente ética abogue por matar gente indiscriminadamente.
Una opción más draconiana es la esterilización, pero esto podría ofrecerse a través de incentivos de libre mercado y no imponerse por la fuerza de los gobiernos (pandemias y vacunas).
Otra alternativa es que las masas populares compitan por los recursos y sus países vayan a la guerra matando a miles o millones (China, Taiwán, EE UU). Preferiría la opción menos violenta de la planificación familiar.
Saludos cordiales.
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