¿Por qué te vas?
Hoy es un día triste y lluvioso, me he levantado melancólico y por más que quiero quitármela de la cabeza, me viene una y otra vez la canción, para mí, preciosa, de Aute (q.e.p.d.) “Siento que te estoy perdiendo”.
Ya se imagina por dónde van los tiros, pero le cuento brevemente:
Durante tres años largos he tenido una relación sentimental con ella (aún perdura), relacionada con las artes gráficas y la comunicación.
Hacía mucho tiempo que la conocía, porque ella siempre estuvo ahí, rodeada, eso sí, de muchos pretendientes, pero nunca había tenido el atrevimiento de acercarme, presentarme y contarle algo de mi vida, fundamentalmente por mi baja autoestima, agravada por culpa de mi padre que me dijo un día que, si acababa el bachillerato, podría salir a la calle sin ayuda.
A raíz del conflicto catalán, en octubre de 2017, me decidí a dar el paso y ella se fijó en mí, me dio entrada en su círculo y compartió un poco de su espacio conmigo. Me sentí privilegiado.
Conocí a algunos de sus admiradores, jóvenes y mayores, hombres y mujeres, con los que llevaba tiempo flirteando, y pasé a ser uno más, con acceso frecuente a su encanto y atractivo.
Coincidíamos al menos una vez, incluso dos, a la semana en encuentros la mayoría de las ocasiones telemáticos, y a veces presenciales, en el kiosco o en la cafetería de la esquina, saboreando un café con un surtido de bombones proletarios, es decir, a granel.
Animado por amigos y familiares, me fui acercando más a ella y queriéndola más cada día, hasta convertirse para mí, como el amor por el chocolate, en una pasión excesiva, acaparando toda mi atención cotidiana.
A través de ella tenía acceso a lo que le decían algunos de sus cotizados y experimentados pretendientes, incluso podía leer sus cartas, en algunos casos interesantes y didácticas.
Ya digo, han pasado tres años, una época de vino y rosas, pero algo serio ha sucedido, algo que se me escapa, algo que quizá tenga que ver con un problema de balances o de pandemias; el caso es que ella pasa de mí y ha comenzado a flirtear con muchos “paganos” de allende nuestras fronteras regionales.
Poseedor de una lógica dudosa, estoy convencido de que atiende algunos de mis mensajes por pura cortesía, y comparativamente, me dedica muy poco tiempo y espacio, hasta el punto que he llegado a plantearme (otra vez la autoestima) que quizás sea yo el culpable de estar reduciendo el coeficiente intelectual medio de esta web, y ella, sin decirme ¡vete!, me está diciendo que me vaya.
“¿Qué ha pasado?, ¿dónde estuvo el error?”.
Lo explico con esta canción de Aute, “Siento que te estoy perdiendo”, a la que me refería al principio: “Desde hace algún tiempo te siento distinta, / No sé qué será pero no eres la misma; / Observo en tus ojos miradas que esquivan la mía. / Cansado de tanto buscar tus pupilas, / Pidiendo respuestas a cada por qué / Pero adivino en ti, algo que empieza a huir / y no quiero entender / cuando un presentimiento no crea razón/ sólo infunde terror. / Siento que te estoy perdiendo, perdiendo...”.
A mí ya me conoce. Ella es la sección de “Cartas de los lectores”.
Saludos cordiales.
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