Gaspar García Laviana
Gaspar a los 43.
Mientras yo viva Gaspar no morirá. Volvía a presentarse el libro de Pipo en el café de Macondo, en vísperas del aniversario en que Gaspar García Laviana moría combatiendo la dictadura somocista.
La actividad, en un espacio donde hay una imagen permanente de Gaspar (junto a otras dos heroínas de las cuencas mineras, Anita de Lada, Maricuela de Carbayín), contó además con poesía y música: May cantó a los Mejía Godoy, Pilar Sánchez Vicente compartió poemas del propio Gaspar, uno inédito, y otros del libro editado por Hoja de Lata, Canciones de Amor y Guerra, con prólogo de Ernesto Cardenal y epílogo de Gioconda Belli.
Además, Pedro Alberto Marcos, Chuso y el propio Pipo presentaban la nueva asociación, en proceso de creación, en Memoria y amistad con Gaspar García Laviana.
Dinámica y emotiva actividad en que se invitó al público a compartir poemas y reflexiones, además de cantar en colectivo el "Angel-Martín-y-Miguel" que compusieron los hermanos Mejía Godoy a pocos días de la muerte en combate del comandante sandinista.
Y entre las intervenciones del público, una sobre "qué haría Gaspar si viviera", en alusión a versos de don Pedro Casaldáliga: el interviniente aseguraba que el homenaje merecido a esta figura singular del compromiso con los pobres lleva ineludiblemente a denunciar a la actual pareja eternizada en el poder Ortega-Murillo, las injusticias cometidas estos años, la prisión de numerosas personas que provienen del sandinismo y del propio gobierno, así como la enorme cantidad de población y líderes sociales que se han visto obligados a exiliarse del país de lagos y volcanes.
Y hablando de lagos, salía de forma recurrente el Cocibolca.
Porque en sus inmediaciones más o menos cercanas ocurría la vida de compromiso de Gaspar, en Granada, en Tola, incluso en "el infierno" donde fallecía. Porque el gran lago es también espacio de la isla de Ometepe en que un personaje de la novela de Pilar Sánchez Vicente (Mujeres Errantes) escribe cartas a Asturias. Porque entre un lago y otro está una de las prisiones, el Chipote, que fuera centro de represión de la anterior dictadura somocista, y actual lugar de las represiones para muchas personas por motivos políticos. Porque en el archipiélago del lago, en Solentiname, se fraguaba una parte de la rebelión histórica, en la que se implicó a vida y muerte uno de los hermanos Cardenal, el que recitó en su día en Avilés Somos Polvo de Estrellas, porque... el Cocibolca, ahora rodeado de eólicos de empresas extranjeras, sigue siendo testigo histórico de tantas acciones de liberación, que la esperpéntica pareja presidencial es incapaz de ocultar o pervertir, incluso aunque mañana vuelvan a intentar apropiarse de la figura de Gaspar, el cura guerrillero de la cuenca minera asturiana.
Sí, mucha gente en los últimos 15 años hemos estado tratando de compartir el legado y mensaje de Gaspar, incidiendo en su aspecto unitario, o lo que junta a sectores diversos en el reconocimiento a la ejemplaridad de Gaspar, y "sin meternos" en lo que ha estado ocurriendo en su Nicaragua querida.
Pero cada vez más es el número de personas que, reivindicando a Gaspar, considera que no puede haber más silencio que pueda interpretarse como desidia o como complicidad con los hechos de la Nicaragua actual.
Ninguna complicidad con la cárcel para la comandante Dora María Téllez o el general Torres, o el ex vicecanciller Víctor Hugo Tinoco, o las 7 personas precandidatas electorales enchironadas "previamente" a la farsa electoral de noviembre.
Ninguna concesión al desmantelamiento de las organizaciones feministas, de derechos humanos o portales informativos destrozados por el gobierno familiar.
Ninguna tranquilidad ni justificación ni orejeras de burro para con el exilio forzado de cien mil hijas e hijos de Sandino, entre ellas la comandante de la revolución Mónica Baltodano, su compañero Julio López, que fuera responsable de la política exterior del FSLN histórico, su hija y prestigiosa abogada Mónica López Baltodano y tantas otras lideresas y líderes sociales, periodistas, campesinas, escritoras y/o feministas.
Hoy, día mundial de los DD HH, estará recibiendo en el Instituto Cervantes de Madrid el premio de la APDHE, junto a la saharaui Sultana Jaya, la nica Vilma Núñez de Escorcia, presidenta del Centro de DD HH nicaragüense, ocupado, destrozado, por la policía orteguista. En este reconocimiento la APDHE considera que la doctora Vilma "ha centrado su actividad en denunciar las violaciones de Derechos Humanos y crímenes de lesa humanidad cometidos por el gobierno de Daniel Ortega, motivo por el que el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos fue desprovisto de su personalidad jurídica de manera arbitraria".
Homenaje mañana en Tuilla al comandante Gaspar. Propuesta trasladada ya a las autoridades asturianas de fortalecer su legado con figuras como la de hijo predilecto o similares, en que se haga compromiso explícito para con la herencia del movimiento solidario que prendió en nuestra tierra con sus hechos de vida y muerte, y con su memoria tan viva.
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