Navidades y amigos (la vida misma)
Son fiestas de añoranza más que fiestas en sí. Ahora solo queda el consumismo galopante, son fiestas para las grandes superficies y para Amazon. Lo que no se celebre y aúne durante todo el año, mal se unirá en una semana de invierno.
De aquellos años de niñez, de inmadurez, donde la inocencia hacía delicias y creencias, solo queda la nostalgia y el recuerdo.
Solo a aquellos que tienen niños se les presenta la ocasión de disfrutar de su ingenuidad por estas fechas. Son fiestas para no pensar, donde la sencillez brilla por su ausencia, de hacerlo, nos encontraremos con padres, abuelos, amigos y familia que faltan, aquellos que una vez compartían con nosotros el candor de estas fiestas.
Ya ni la Iglesia se suma, los curas con galones viven en áticos y se pasean en BMW, ya no son los impulsores de nada. Han dilapidado creencias e ilusiones. Los curas sin galones ya son pocos, ya no suman, restan. Unas Navidades sin el impulso religioso es como una boda sin novios.
Hay personas a perdonar, los amigos, cada cual tiene su vida privada con sus circunstancias, no pueden asumir el compromiso de conservar su presencia hacia aquellos que están, aunque no se vean: sus amigos. Hay amigos que no ves, que no llamas, pero sabes que cuentas con ellos y su memoria. Los hay de niñez, de trabajo, ocio e incluso de convivencia, son todos unos desinteresados, no los ves en años, pero se aprecia su alegría y compromiso cada vez que se encuentran. Eso ocurre con algunos familiares también.
Por todo ello, estas Navidades va por ellos, por todos los amigos de todos ustedes; por esos familiares que también. Deseando que todos seamos menos dejados, y no esperar solo en estas fiestas para saludarse. ¡Perdónense a sí mismos! Crucial para saber perdonar a los demás. Recuerden: todos somos imperfectos, todos cometemos errores.
Felices Fiestas, les deseo a todos mogollón de ilusión y fortaleza para sortear los avatares de esta vida. Vida que para muchos no es fácil ni mucho menos. Muy especialmente para los que están pasando momentos duros. Es la vida misma. Un abrazo enorme.
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