Supermax o la cárcel de la venganza
Esta semana EE UU ha hecho la promesa de no ingresar a Assange en la cárcel Supermax si es extraditado. Esto me ha hecho reflexionar sobre cuál es el sentido de esta institución penitenciaria más allá de ocuparse de que los reclusos lleven a término sus condenas. Supermax es una cárcel de alta seguridad en la que los reclusos viven en pequeñas celdas completamente aislados, en las que permanecen 23 horas al día. Tan solo pueden salir al patio una hora, a otra celda con grandes muros para que solo vean el cielo y no puedan relacionarse con los demás reclusos. Si uno investiga un poco el tipo de convictos que ocupan esta lúgubre morada, no inspiran sentimiento de pena alguno, pero si nos olvidamos de eso y somos pragmáticos, la realidad es que esta cárcel parece haber sido concebida para imponer una venganza más que una pena.
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