Qué tenemos, qué necesitamos
Hay cuatro tipos de empresas a considerar de cara al futuro, y esta es la secuenciación prioritaria correcta:
1.- Hemos de esforzarnos por conseguir empresas que no tenemos y que necesitamos. Por ejemplo, constructoras de maquinaria robotizada agroganadera y alimentaria. Así como la formación para su uso correcto y respetuoso con el medio ambiente. Recientemente alguien, visitando el País Vasco, descubrió que allí se formaba en cultivos sin tierra. Bueno, en lo que hoy es el campo de golf de La Lloreda, en Gijón, hace 30 años, en instalaciones de la antigua Granja Lloreda, se formaba en cultivos hidropónicos controlados por autómata. Pero ocurrió que, aunque ser autosuficientes en alimentación nos debe importar a todos y más si exportamos excedentes, la prioridad entonces fue establecer la igualdad de oportunidades para practicar y disfrutar del golf.
2.- Hemos de mantener empresas que tenemos y que necesitamos. Acero, aluminio, cinc, vidrio, químicas... necesitan energía barata. En su día apostamos por el kilovatio térmico y le negamos el pan y la sal a la energía nuclear. Aquí cerramos térmicas mientras Francia proyecta construir nucleares. Los inversores apostarán por empresas con energía barata y especularán a la venta con las de energía cara. Invertirán en empresas con kilovatios baratos francesas y hasta en las propias nucleares. El primer componente del precio de cualquier producto es el precio de su energía.
3.- Empresas que tenemos y que no necesitamos. Deberían fusionarse los municipios de los territorios que vierten aguas a las cuencas de los ríos: a) Sella-Cares, b) Nalón-Narcea, c) Navia-Eo, con sus dos barrios respectivos: a1) Oriental de montaña, a2) Oriental de costa, b1) Central de montaña, b2) Central de costa, c1) Occidental de montaña, c2) Occidental de costa. Se reducirían funcionarios y se crearía una red informática de comunicación por cable y de telecomunicaciones entre los seis barrios. Se crearía empleo y actividad al facilitar la instalación de empresas del tipo 1.
4.- No deberíamos imaginar empresas que no tenemos y que no necesitamos. El castellano es un bable modificado y si existe la RAE es natural que exista una Academia de la Llingua con su gramática. Pero opino que no se debería hacer cooficial. La llingua escrita debería ser asignatura en las escuelas, pero eso sí, al hablarla conservar la entonación local con sus localismos (incluido el castellano). No se puede argumentar la defensa de la diversidad de las lenguas de España mientras se plantea un maltrato mortal a la diversidad local de los bables. Habría que permitir evolucionar la diversidad.
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