El agua busca su cauce
Mi madre cuenta que, cuando se trasladaron a vivir de Ávila a Asturias mi padre y ella hace más de 30 años, siempre estaba lloviendo. Dice que los días eran largos y grises y que siempre había que salir con el paraguas debajo del brazo porque nunca sabías en qué momento iba a volver a llover. A veces los recuerdos están contaminados por la nostalgia o por otros muchos sentimientos, pero en este caso es real, antes llovía más que ahora de media. El problema actual es que llueve de manera tan continuada que la tierra no puede tragar tanta agua. ¿Qué vamos a hacer si sigue lloviendo de esta manera? Me pregunto si debe ocurrir otra desgracia para que se habiliten planes de emergencia y sistemas de protección en las carreteras para que este tipo de eventos climáticos no nos pillen desprevenidos. Ya deberíamos saber que es mejor prevenir que curar.
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