Selfismo y selfistas
El yoísmo, el egocentrismo, el narcisimo y demás “ismos” que tienen en común el hecho de verse y reconocerse como el centro del Universo han pasado a mejor o peor vida, según se mire con el ojo de la cámara de fotos que inmortaliza todos, absolutamente todos, nuestros movimientos, en un alarde incontrolable de adoración al yo absoluto, al yo como máxima expresión de autoestima de nuestra individualidad, una individualidad que queremos mostrar al mundo segundo a segundo, fotograma tras fotograma, riendo, bailando, comiendo o durmiendo.
Aunque la Real Academia Española (RAE) no haya incluido todavía en su Diccionario las palabras selfismo y selfistas, no tardará mucho en hacerlo porque no dejan de ser derivados de selfie, que, aunque sí que figura entre los modismos de nuestra lengua, no refleja realmente lo que hay detrás de una palabra que viene a significar, literalmente, “autofoto”, pero que va mucho más allá.
Hacerse un selfie es algo muy habitual porque todos los móviles disponen de cámara, pero fotografiarse uno mismo a todas horas y fotografiar todo, absolutamente todo, lo que tiene que ver con uno mismo, desde que te levantas hasta que te acuestas, es mucho más que tomar una instantánea para la posteridad, es simple y llanamente hacer una expresa manifestación de que “aquí estoy yo y mis circunstancias”, y que lo demás me la pela.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo