Gracias, Verónica
Verónica Forqué será recordada como una maravillosa persona que tenía un talento natural para la interpretación. El hecho de que se suicidase supone algo desgarrador para el cine español, pero también da visibilidad a una enfermedad que no se contagia. Una enfermedad invisible que se sufre en soledad: la salud mental. Verónica Forqué, cuando apareció en “MasterChef”, ya dejó muy claro la importancia de esta. Si no estás bien haciendo una cosa, no la hagas. Simone Biles abandonó las Olimpiadas debido a que no soportaba la presión a la que estaba sometida. Al no obtener el oro en una categoría donde se calificaba por equipos, todo Estados Unidos se abalanzó encima de ella en las redes culpándola, cuando ella no tenía la más mínima culpa. Abandonó porque no podía más, y no pasa nada. La salud mental es lo más prioritario en nuestro bienestar. Puedes estar con un brazo roto, una pierna rota y no poder moverte de la cama, o mucho peor. Si nuestra salud mental está en paz, dará igual lo que le acompañe físicamente. Pero si la salud mental no está bien, da igual lo sano que estés. Verónica Forqué lo sabía.
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