Suicidio y perdón
Leer la noticia de la muerte de Verónica Forqué me ha despertado un sentimiento de culpa importante. La sigo desde hace muchos años. En mi casa, las películas donde salía se convertían en “las películas de la Forqué”: auténtica devoción en mi familia por la actriz que tantas risas y ternura nos despertó a lo largo de su filmografía.
Con la misma expectación nos sentamos a ver “Masterchef Celebrity” esta temporada. Fieles seguidores del programa y de la Forqué: ¿qué podía salir mal?
Ya en el primer episodio nos pareció que algo no estaba funcionando bien. La actitud de la Forqué nos dejó perplejos. No pensamos nadie en mi casa que estaba con depresión. Ni tampoco pensamos en que el programa le estaba haciendo un flaco favor. Ni siquiera pensamos que no debería estar allí. “Se le ha ido la olla a esta mujer”, decía mi madre. “Que se lo haga mirar”, decía yo.
Y ahora está muerta. Suicidio, probablemente efecto final de una depresión que parece ser arrastraba desde hacía tiempo.
Y entonces el sentimiento de culpa invade nuestra casa. Viendo la noticia, nuestras reacciones intentando justificarnos. Nosotros no sabíamos qué pasaba, solamente lo que veíamos. No creímos que el programa la ridiculizaba. No pensamos en ningún momento que estuviera mal. Pensamos simplemente que era así, no la conocíamos.
Seguramente nos falta formación para saber cómo tenemos que reaccionar a lo que pasa a nuestro alrededor. Pero no podemos revisitar lo que hemos vivido con ojos más expertos, sin ser ventajistas.
Pero sí podemos ser humildes. Tanto mi madre como yo pedimos perdón. Ojalá aprendamos rápido a reaccionar ante lo que vemos, como lo ve esta sociedad tan deseosa de juzgar y de adoctrinar en la que vivimos.
O quizá no. Quizá preferimos mi madre y yo equivocarnos, porque asumimos que no podremos acertar en todo en este mundo tan cambiante en sus percepciones. Pero eso sí, pediremos perdón siempre.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

