El Madrid, objeto de deseo
Desde que ganó la primera, en la temporada 1955-56, de las cinco primeras Copas de Europa, la Champions de entonces, comandado por Alfredo Di Stéfano, el Madrid se convirtió en el club europeo más cotizado y, en consecuencia, en una prioridad para los jugadores más destacados del panorama mundial.
Esta circunstancia, unida al hecho de que ha logrado hasta la fecha más entornados continentales que ningún otro equipo, 13 en total y a larga distancia del Milán que ocupa el segundo lugar, con siete trofeos en sus vitrinas, hace que casi todos los grandes "cracks" quieran incorporarse a sus filas, lo que significa que goza siempre de las mejores plantillas y de los entrenadores más cotizados.
En esta atípica temporada, tan castigada por la pandemia, no ha habido grandes fichajes por la general escasez de tesorería, y, sin embargo, todos los fenómenos al alza, como puedan ser Mbappé, Haland o Lewandoski, aunque acaben recalando en el club que ofrezca más, tienen al Madrid como principal objeto de deseo, un privilegio que solo tiene el equipo blanco, una realidad incuestionable y una ventaja de salida en cualquier competición.
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