Hola de nuevo, Jesús, en este 2021
Hola, de nuevo, Jesús. Te había dicho el año pasado que volvería a hacerte saber qué tal irían las cosas este diciembre y lo que Tú ya sabes de cómo serán los asuntos en el año 2022; ¡yo casi lo puedo imaginar! Estamos a punto de que nos vuelvan a encerrar por esta cadena de locura que llevamos sufriendo hace, casi, dos largos años. Te he de decir, si soy sincera, que esto nunca tendrá un final, pues estoy convencida que las inoculaciones tienen un período de duración activa y luego a "rellenar el tanque" otra vez.
Además, me parece raro que la gente se "inocule" y siempre tengan todo el líquido en las jeringuillas, y mira que nos habían dicho que había que tenerlas almacenadas de cierta manera, bueno ellos sabrán lo que hacen, para eso son médicos, enfermeras, asistentes, auxiliares. ¡Bueno, yo sólo tengo seis años y no sé demasiado de medicina!
Voy a seguir poniéndote al día de todo lo que pasa en este país mío. La actualidad no pinta nada bien, ya estamos otra vez con la misma cantinela, esa "cosa rara" en la boca y ahora nos obligan a llevarla siempre en el exterior, cada día que pasa entiendo menos lo que está ocurriendo.
Dice mi madre que la inflación será tan alta, que no saldremos adelante porque no habrá dinero suficiente ni para comer; la verdad que yo pensé que inflación quería decir inflar y cuando inflas algo, se hace más grande, yo siempre creí que era algo muy positivo. Bueno, no puedo opinar, porque sólo tengo seis años y dice mi madre que no sé nada de la vida.
Tengo compañeros que presumen de estar "inoculados", como dice mi madre, a mi esta palabra me suena fatal, pero dicen los que entienden que es lo mejor que podemos hacer para mostrar nuestra solidaridad a los demás. Comenta mi madre a sus amigas que ella y yo vamos a esperar a ver qué pasa, por si acaso no es tan maravilloso como lo pintan.
Bueno, ahora me despido de ti, como hago cada 24 de diciembre, y te ruego que me traigan los Reyes Magos todo aquello que te había pedido hace tiempo, mucho amor, mucha alegría y buenos sentimientos y un corazón bueno, ya que soy básicamente una persona bastante mala y desobediente; también te pido que no esté siempre enfadada con el mundo y con lo que no puedo entender.
Te dejo descansar en ese pesebre que alguien te prestó, hay siempre personas buenas que ayudan a los demás; de todas maneras, no sé por qué el de la posada no te permitió quedarte allí, quizás haya sido mejor de esa manera.
Me despido de ti y te deseo mucha paz y mucho bien, ya sé que tú siempre te portarás bien, eso lo pido para mí, que me comporto fatal y contesto mucho a mamá. Bueno, Jesús, hasta la próxima carta. Ya te comunico lo que me dijo Joe también, que es muy interesante. ¡Hala, con Dios de nuevo!
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