La suspensión de la caza del jabalí
El portavoz de Foro, Adrián Pumares, durante la comparecencia del director general del Medio Natural y Planificación Rural, David Villar, en la Junta, dijo que la parálisis de la caza en 24 cotos asturianos dejará a más de cuarenta guardas en el paro y requirió al responsable que asumiese responsabilidades políticas, pues la suspensión de la caza, además de los daños en el empleo, hará que haya 4.000 jabalíes más que no se van a poder cazar, provocando daños y accidentes.
El jabalí, en todas las épocas, fue una pieza de caza por excelencia, tanto por su muy apreciada carne como por la dificultad que supone el abatirlo. Hoy día sigue vigente como tal, máxime si se tiene en cuenta que el jabalí es uno de los pocos animales silvestres cuya población va progresivamente en aumento. Aunque el hábitat típico es el bosque, hoy lo vemos en todo tipo de terrenos, pasa el día encamado en un lugar resguardado y al anochecer abandona su encame y con su ágil modo de andar se dirige a buscar alimento. El celo del jabalí se prolonga prácticamente durante todo el año, con mayor incidencia hacia el final del invierno, al cabo de unas quince semanas, la jabalina tiene entre tres y diez jabatos en un nidal preparado previamente, en las primeras semanas de vida la madre los cuida y defiende la manada hasta que son capaces de seguirla y comienzan su aprendizaje. Hacia los diez o doces meses de edad, las hembras ya con capaces de reproducirse, en años favorables las hembras pueden traer el mundo dos camadas. Los machos alcanzan la madurez en el segundo año. Animal omnívoro por excelencia, cualquier tipo de materia comestible puede ser aprovechada por él, son buscados con avidez en época de maduración patatas, calabaza, maíz y toda clase de frutos secos, para lo cual van a hozar con frecuencia a los huertos, para desenterrar los bulbos, remueven la tierra con su poderosa jeta. La suspensión de la caza en 24 cotos asturianos por el retraso en la modificación del reglamento regional, o son muy ignorantes o muy incompetentes o las dos cosas, me parece “una vergüenza”, que, además de los daños en el empleo, haya 4.000 jabalíes más provocando daños y accidentes. Para ilustrar la situación presentamos la metáfora el payaso del filósofo y teólogo danés Soren Kierkegaard: estaban incendiándose las cortinas del fondo del escenario del circo. El director alertó al payaso, que ya estaba preparado para salir a escena, para avisar de hecho a los asistentes… Como se trataba de un payaso, todo el mundo pensó quera un truco para hacer reír a la gente antes de que comenzara la presentación. Y no dejaban de reír. Cuando más se esforzaba el payaso en convencerles de lo que estaba ocurriendo, tanto más se reían ellos. Entonces se puso serio y se puso a gritar: “El fuego está quemando las cortinas, va a extenderse a todo el circo y todos ustedes van a abrasarse”. Aquello hizo mucha gracia a todo el mundo pues decían que estaba representando espléndidamente su papel de payaso. Lo cierto es que el fuego consumió rápidamente las instalaciones y todos fueron pasto de las llamas. Así, creo yo, es como va a acabar si el Gobierno de Adrián Barbón no soluciona los graves problemas que hoy tiene el medio rural, los daños de la ganadería causados por el lobo, los del jabalí y la extinción de incendios, si queremos conservar nuestro patrimonio forestal.
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