Y no tiene abuela
Ni falta que le hace. El presidente del Gobierno se basta y se sobra para que esta España nuestra parezca solo suya, porque él lo vale, y así lo ha manifestado en su última comparecencia del año, un año que se ha saldado positivamente, según sus propias palabras. A pesar de la pandemia, de la erupción de la isla de La Palma y de otros tantos infortunios, hemos salido fortalecidos en todos los aspectos, y se nos presenta un horizonte tan despejado que le permitirá llevar a término la presente legislatura.
No ha habido en su comparecencia la más mínima autocrítica, sino más bien al contrario, y todos los datos que ha ofrecido, absolutamente todos, son positivos, como corresponde a una gestión eficaz y transparente, como corresponde a un Gobierno que sabe lo que hace, que es el garante de la estabilidad política, que ha cumplido con más del 40% de los compromisos asumidos a pesar de los años difíciles, complejos e intensos que ha vivido el país. La reforma laboral, la ley educativa, la del sistema público de pensiones, las que harán frente al cambio climático y la aprobación del los Presupuestos Generales del Estado demuestran el sentido de Estado de un Gobierno que se ha ganado a pulso acabar su mandato.
Vamos, que Sánchez no tiene abuela. Solo le ha faltado decir, que, como Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como.
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