El silencio de los corderos
Durante estos meses, estamos asistiendo a la elección de plazas en Sanidad (Sespa) de los procesos selectivos realizados en el año 2019. Me llama la atención el silencio de los profesionales durante el proceso de elección de plaza.
Antes de la culminación de las transferencias sanitarias, el antiguo Insalud convocó un proceso de consolidación en el conjunto de categorías profesionales de la institución. En el proceso de elección de plaza, que englobaba a todo el estado, las plazas estaban perfectamente identificadas, en Atención Primaria, cada plaza tenía su CÍAS, su destino y lugar, además del puesto a ocupar, en Hospital se identificaban con un solo CÍAS, indicando el destino del hospital electo.
Durante el proceso del Sespa, se han dejado de identificar las plazas, salvo las de personal facultativo, que conserva su CÍAS, que identifica la plaza a elegir, en el resto de categorías únicamente te pone las áreas sanitarias a elegir por orden de preferencia , y ÁREA o Hospital, quedando uno perplejo del cortijo en que han convertido el SESPA estos gobernantes, con la estimable colaboración de los sindicatos mayoritarios; es decir, el opositor solo puede elegir las áreas por su preferencia, nada más, ese opositor únicamente sabrá el área que le ha correspondido, y, según categoría, la plaza estará en el hospital de dicha área preferente o que la plaza está en el conjunto del área resultante.
Esto significa que la empresa, a su antojo, podrá colocar a los profesionales que consiguieron plaza, donde crea conveniente, además en el hospital en muchos casos, no se tendrá la opción de elegir servicio, si el profesional cuando era interino estaba ubicado en un servicio, ahora siendo fijo se queda en dicho servicio, ya que es potestad de las gerencias correspondientes, jefes de servicio, mandos intermedios, los que deciden el destino del profesional. No he escuchado a nadie públicamente poner el grito en el cielo por esta tropelía en que han convertido una administración pública, quitando la libertad de elección entre las vacantes existentes en el área, que están identificadas por código en plantilla orgánica. El silencio de los corderos, que no gurgutan ante una dictadura que preside el Sespa; podía poner la pincelada, que los auxiliares administrativos, entre los que me incluyo, realizan triajes en los centros sanitarios, preguntando sobre la situación clínica del usuario, en algunos casos también activan recetas electrónicas y diversas tareas que no corresponden a la categoría adscrita y que puede dar lugar a una negligencia o la interposición de una denuncia por parte del usuario. Nadie de esta categoría, salvo un servidor, solicitó la reclasificación de dicha categoría, dada la implementación de tareas asignadas, que no tienen nada que ver con las funciones reglamentarias de un auxiliar administrativo. Estamos ante una sociedad que, cuando la izquierda gobierna, se mueven muy pocos sectores y cuando tienen el agua al cuello, si gobernara la derecha, ¿actuarían con esta misma pasividad?
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