A propósito de la orden de Carlos III
Dicen que la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III se concede para recompensar al ciudadano que, con sus esfuerzos, iniciativas y trabajos, haya prestado servicios eminentes y extraordinarios en beneficio de España y de la Corona. La creó Carlos III el 19 de septiembre de 1771, se derogó en las dos repúblicas, Franco la restableció en 1942 y fue aprobada por el Gobierno de Aznar en 2002.
Desconozco si estas órdenes se conceden con el consentimiento del ordenado o van por libre. Ignoro si tienen algún tipo de dádiva, emolumento o asignación, ya sea única, temporal, o fija, conocida, desconocida o encubierta e incluso encriptada. Es difícil aceptar que algunos políticos, pienso en los presuntos republicanos progresistas, acepten órdenes monárquicas, restauradas por Franco, que no aporten dinerito.
Que un antimonárquico confeso como Pablo Iglesias acepte la orden de Carlos III es una señal inequívoca de que hay plata por detrás o delante. Si no fuese así, ya habría saltado a la palestra amiga para proclamar su indignación y renuncia expresa. Recordamos la reciente maniobra mercantil que hizo de no aceptar su puesto de diputado de la Asamblea de Madrid porque cobraba menos que como exvicepresidente. Empezó su aventura política en una tienda de campaña en la Puerta del Sol y luego ya se fue directamente al casoplón de Galapagar con la casta.
Este presidente porcentual del Gobierno de España ha concedido la orden a un exvicepresidente y 23 exministros, 7 del PP y 16 del PSOE. Un dato estadístico curioso que he obtenido: los 7 ministros del PP suman 37 años, con una media de 5,3 años por ministro; por contra, los 16 ministros del PSOE suman 21 años, con una media de 1,4 años por ministro. Lo hago porque sé que al presidente copión, hasta del plasma, le encantan los porcentajes.
Solicito al inquilinato de la Moncloa que nos detalle por favor los esfuerzos, iniciativas y trabajos en pro de España que ha realizado durante siete días el exministro Máximo Huerta para merecer tal premio; Dios también tardó 7 días en la Creación. También podría informarnos acerca de lo realizado por la exministra Carmen Montón durante tres meses, a la que "obligó" a dimitir por plagiar su tesis pero él no lo hizo por copiar la suya.
¡Si el ínclito Carlos III levantara la cabeza!
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