Para leer bien mi prensa
Disfruto leyendo la prensa en el agradecido silencio de mi pequeño pueblo. Y es ahora cuando entiendo el que la gente religiosa diga que a Dios solo se le escucha en el silencio del corazón. No olvidemos que tanto nuestros gestos como nuestras palabras son símbolos, signos. Quiero decir con ello que la ambigüedad siempre nos rodea, pues las palabras revelan y ocultan a la vez. Y aunque esta afirmación nos parezca extraña, curiosamente es una de las experiencias mejores que la vida nos depara. Es triste comprobar que para algunos no cuenten ni las razones ni lo que se dice, sino quién lo dice. Más aun, hay también quien al hablar o escribir escenifica (que hay de todo). Pero pienso que si nuestros pensamientos son auténticos, nunca nos veremos escenificando nuestra bondad, saber o interés. El sentido de las cosas y el de nuestras afirmaciones lo encontraremos en el mundo, en el encuentro con la realidad. Por otra parte, también me resulta preocupante encontrarme alguna vez con afirmaciones que solo nos enseñan con claridad cómo no se ha de pensar. Además, en mi pueblo es donde la lectura me resulta más sencilla. Así, siempre me interesaron las charlas sobre los primeros auxilios, por ejemplo. Bueno sería también que a nosotros, los mayores, se nos hablase del análisis y del sentido del texto leído en mi prensa diaria. Tiempo para ello tendríamos. Y comunicarse es la actividad humana por antonomasia.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

