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¿Reflexionamos en las advertencias?

11 de Enero del 2022 - José Luis Sancho Sánchez (Zaragoza)

Recordando una cita de Fernando Lázaro: "Tienes internet, pero no hay reflexión. No hay moralistas, filósofos, políticos que señalen rumbos... da miedo ese vacío...". De esto hace ya casi tres años, y el vacío se hace ahora, tras dos años de pandemia, más amplio y a la vez más íntimo; ya no quedan ganas de pensar, es más, podemos deducir que la reflexión aburre o abruma, y hasta da miedo, lo único que interesa en el ambiente general es la mera supervivencia física y material, con lo que la reflexión deja de interesar a los medios de comunicación, especialmente a la televisión.

El espacio que deja la covid y la política no es mucho, los informativos y los anuncios abruman, y ya hay que dar lugar a las tonterías chef, las tertulias barriobajeras, el deporte profesional y los programas de diversión extraña... mejor moderna que sana. Bien, pues la posible reflexión hay que buscarla con algo de esfuerzo personal, y eso... es mucho esfuerzo. Es posible que a los que pudieran señalar rumbos no se les faciliten los medios para llegar a un público sin interés, es decir, a una audiencia que no deja beneficios. Yo me pregunto si el vacío esta en la falta de personas íntegras, reflexivas y lúcidas, que alguna habrá, o más bien en una sociedad evolucionada hacia el desinterés en lo espiritual.

Los programas de televisión de mayor audiencia no se configuran para formar a la gente, sino para captar su atención más fácil: la carnal. Algunos informativos también informan en general desde el lado que pueda beneficiar al que controla el medio, por interés de empresa o por interés político, o por todo junto. A pesar de todo, información para formar al hombre en capacidad moral hay. En nuestro mundo actual ya es posible disponer de una Biblia en cualquier idioma, y allí no falta ninguna senda de referencia. Pero... el mundo viaja en el "Titanic", un barco que "no puede hundirse". Es de interés que el capitán del "Californian", otro barco que se hallaba en el Atlántico Norte, envió al "Titanic" una advertencia por radio de que se habían visto icebergs en el rumbo del "Titanic". No se hizo caso de este mensaje. El precio que se pagó por la confianza excesiva del capitán Smith fue muy alto: casi 700 tripulantes y más de 800 pasajeros.

Así es como veo yo el imponente e impotente sistema de cosas actual, es un sistema en riesgo, por eso sería prudente ir equipándose ya de un medio de rescate. "Dios es para nosotros refugio y fuerza, una ayuda que puede hallarse prontamente durante angustias. Por eso no temeremos, aunque la tierra sufra cambio y aunque las montañas caigan tambaleantes en el corazón del vasto mar; aunque sus aguas estén bulliciosas, espumen en exceso, aunque se mezan las montañas a causa de su alboroto" (Salmos 46:1-3). Si queremos encontrar ese refugio, esa fuerza, y esa ayuda antes de que caigan las montañas (organizaciones) en el mar, y las aguas alborotadas (las masas humanas) ya no puedan controlarse, leamos y reflexionemos un poco cada día en lo que Dios quiere decirnos, él nos transmitirá su paz.

"No os inquietéis por nada, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer vuestras peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará vuestros corazones y vuestras facultades mentales mediante Cristo Jesús (Filipenses 4:6,7). Mediante Jesús Dios gobernará al mundo, y el hombre entrará en su órbita, camino de la restauración de todas las cosas. Sí, Dios sabe lo que está sucediendo y cuál ha de ser el resultado; una vez que lo conozcamos se nos abrirá la puerta de la esperanza.

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