Yolanda, ni en cómic
A pesar de la defensa a ultranza de muchos avispados y oportunistas, a la actual ministra de Trabajo no la veo como presidenta del Gobierno ni en cómic. La fallida puesta en escena, cinco mujeres plañideras “cool”, la inutiliza para el electorado masculino, en un país todavía machista como el nuestro.
Sí la veo, caso de seguir el Gobierno actual, en el Ministerio de Igualdad, sustituyendo a Irene Montero, o quizás, como mucho, manteniendo su actual Ministerio, siempre y cuando aprenda a disertar sobre lo que es un ERTE (Martes y 13 parodiando a la Ministra explicando qué son los ERTE hubiera superado ampliamente el éxito conseguido con su famoso y celebrado sketch de las empanadillas de Móstoles).
Nada, Yolanda, disculpe que la desanime, pero usted no tiene recorrido ni contando con el “soborno” a los sindicatos, ni con el Ministerio de Igualdad (voto femenino), en un mundo hispano hecho todavía para hombres, y, por el momento, de muy difícil acceso para las mujeres.
La careta le venía bien para preservar un halo de virginidad política, pero se ha precipitado quitándosela, y todas sus imperfecciones, manchas y granos han quedado a la vista. Ha mostrado sus armas al “enemigo” rencoroso y vengativo, y más pronto que tarde la harán caer recordándole que esta es la cara que le ha quedado al quitarse la mascarilla:
Mancha perdurable inextinguible: “Somos deudoras y deudores del legado de Largo Caballero. Es nuestro modelo a seguir”. Existe una absoluta actualidad de sus postulados.
Acné vulgaris: “Los despidos masivos fueron la receta del PP en la crisis de 2008” (si no fuera porque gobernaba Zapatero).
Espinilla fistularis: “Los cambios empiezan ahora. Nunca más diremos que hay que ajustarse el cinturón”.
Hongo labial: “Nadia Calviño hace políticas ultraliberales y su presencia en el Gobierno es una anomalía”.
Verruga horripilante: “El 15 de febrero la pandemia ya azotaba fuertemente a Italia y convoqué a mi equipo porque tenía la convicción de que Italia es España y necesitábamos desplegar medidas, porque veíamos lo que iba a pasar”.
Herpes zóster: “Las decisiones que toman los accionistas de una empresa no tienen nada que ver con la producción y la economía real, sino con la obtención de beneficios, causando desastres en el mundo del trabajo y de los derechos de los trabajadores”.
Caries de raíz: “Endesa era una empresa pública hasta que llegaron ustedes (PP), y a día de hoy está en manos de una empresa que se llama Enel, que es pública, pero decide el Gobierno italiano” (si no fuera porque gobernaba Zapatero).
Sarpullido virulento por todo el cuerpo al tomar partido en la polémica entre los ganaderos y Alberto Garzón, por declarar este que “la carne exportada por España es de baja calidad”, y decantarse por el ministro comunista.
La suerte está echada, señora Díaz, usted es demasiado partidista y radical para aunar votos de todos y llegar a presidenta del Gobierno de España, porque, aunque cuente con la bendición papal, no le llega para una fiesta vegana en el chalet de su valedor, financiada por el extinguible señor Garzón.
Saludos cordiales.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo